La preocupación por la salud de la reina aumenta pero su hija asegura que «está mejor»
Isabel II no asistió este domingo al servicio religioso de primero de año por culpa de un «resfriado intenso» que la obligó a quedarse en casa el día de Navidad, según informó el Palacio de Buckingham. La reina de 90 años, la monarca reinante más veterana del mundo, sigue sin embargo recibiendo sus cajas rojas que contienen papeles oficiales y trabaja en su despacho.
La reina como es su costumbre pasó la Navidad en su propiedad privada Sandringham en Norfolk, al este de Inglaterra, con miembros de su familia.
Felipe de Edimburgo, a su llegada a la misa de año nuevo. JOE GIDDENS AP
La familia real británica normalmente asiste a los servicios de la iglesia en la iglesia local de Santa María Magdalena, pero la reina, que es la jefa suprema de la Iglesia de Inglaterra, se perdió la ceremonia. Antes del servicio del domingo, el palacio dijo en un comunicado: «Su Majestad la Reina no asistirá al culto del domingo en Sandringham hoy. La reina todavía no se siente preparada para asistir a la iglesia ya que todavía se está recuperando de un fuerte resfriado».
El príncipe Felipe, de 95 años, que también había sufrido un resfriado sí acudió a la cita religiosa pese al mal tiempo.
En los últimos días se ha especulado sobre la salud de la reina e incluso circuló un informe falso en Twitter que anunciaba su muerte.
Entre los miembros de la realeza que asistieron el domingo estaban dos de sus hijos, el príncipe Eduardo y la princesa Ana.
Cuando se le preguntó acerca de la salud de su madre, Ana dijo que estaba «mejor», según el Daily Mirror.
El País