Ante las quejas y protestas de usuarios, los funcionarios se subían a las unidades para obligar a mantener la tarifa de 280 bolívares
Ayer a las 10:30 am Ana María Villa y Ángela Iriarte, quienes se dirigían a Capitolio a realizar diligencias, pasaron al menos una hora esperando para abordar un autobús frente a la estación del Metro en Artigas.
Bajo el inclemente sol, observaban con desaprobación un operativo desarrollado por una cuadrilla de funcionarios del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre y la Policía Nacional Bolivariana que se subían a las camionetas para exigir a los choferes el cobro de 280 bolívares, la última tarifa para el pasaje que fue aprobada en Gaceta Oficial.
Ambas mujeres, sin embargo, estaban de acuerdo con cancelar 1.000 bolívares, pues temen la paralización del servicio de transporte público que se enfrenta con los altos costos de los repuestos. “Así solo lograrán que los conductores guarden las unidades y nos dejen a pie”, expresó una de ellas.
A la queja de Villa e Iriarte se sumaron las de otros usuarios que consideran que la tarifa de 280 bolívares es irrisoria. “Si el mismo gobierno no controla el país, cómo va a controlar a un chofer que trabaja para alimentarse”, decía un pasajero.
Tensión en Chacaíto
Los temores de las mujeres se hacían realidad en Chacaíto, donde ante la falta de transporte los usuarios tuvieron que pelearse por un cupo en las pocas unidades disponibles.
Unas horas antes, a las 7:00 am, los pasajeros que se dirigían a Chuao, El Cafetal, y Las Mercedes habían protestado por la falta de unidades. Los afectados denunciaron que los pocos choferes que prestaban servicio pretendían cobrar 2.000 bolívares.
En medio de la protesta y el bullicio exigieron la presencia de las autoridades, que llegaron más tarde al lugar para controlar la tranca que se extendió hasta la zona de El Bosque.
Funcionarios de la PNB y del INTT intervinieron para que se reanudara el funcionamiento normal de la parada y exigieron a los conductores el cobro de 700 bolívares por pasaje. Aunque en menos de 15 minutos comenzaron a llegar las unidades custodiadas por la PNB, el desespero de las personas por abordar los autobuses generó un descontrol que produjo golpes y empujones.
Pese a que las opiniones de los usuarios estaban divididas, muchos manifestaban su preocupación ante la posibilidad de un paro de transporte. Una funcionaria del INTT indicó que el operativo continuará hasta mañana en La Paz, Parque del Este, Bellas Artes y La Vega, con 40 funcionarios de la PNB desplegados en paradas de la ciudad.
Marcelo Morett, transportista asociado a las líneas de Casalta y San Antonio, calificó de atropello el operativo desplegado por la PNB y el INTT. Señaló que el gremio sostuvo una reunión en la tarde con el ministro de Transporte, Carlos Osorio: “Nos prometieron que los operativos serían suspendidos porque nos íbamos a ir a paro. No vamos a trabajar de gratis”.
El vocero tildó como una jugarreta sucia el plan de regularización que atenta contra el aumento del pasaje que fue acordado la semana pasada con el viceministro de Transporte, Claudio Farías. “¿Por qué las autoridades no atacan a quienes tienen tantos buses paralizados en el terminal La Paz?”, cuestionó.
EL DATO
Funcionarios del INTT indicaron que el operativo que se activó ayer intenta responder a la gran cantidad de denuncias que recibe a diario el portal del Ministerio del Transporte a través de su cuenta en Twitter. Una fuente dijo que en las últimas semanas se ha incrementado el número de quejas de personas que reportan exagerados aumentos de pasaje en varias rutas que cubren la ciudad y el interior del país. Añadió que en los terminales a la reventa de boletos se suma la falta de unidades, lo que impedirá a muchos pasajeros viajar en esta época decembrina.
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