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Intriga y amenazas en la agenda Petro

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Intriga y amenazas en la agenda Petro

 

 

En apenas 10 meses de gobierno, Gustavo Petro parece condenado a la soledad. Desde febrero el presidente de Colombia ha dinamitado a los aliados políticos. Ahora, el último desprendimiento -un rocambolesco episodio aún sin fin- va aún más allá y tiene el estruendo de un «terremoto político», como lo califica el diario El Tiempo.

 

 

Petro tuvo que salir en un solo movimiento de su jefa de Gabinete, la joven -de tan solo 29 años- y poderosa Laura Sarabia, y del locuaz embajador en Caracas, Armando Benedetti. Pero éste no se quedó callado y, según audios publicados por la revista Semana el domingo en la noche, amenaza con ventilar posibles irregularidades en el financiamiento de la campaña electoral que llevó al líder del Pacto Histórico a ser el primer presidente de izquierda en ocupar el Palacio de Nariño.

 

 

Como si no fuera con él, Petro publicó ayer un selfie en Twitter, donde tiene 6,7 millones de seguidores, al lado de su hija Sofía, ambos sonrientes. «¿Intranquilos? ¡Qué va!», añadió a la imagen. Lo indicado es leerlo al revés.

 

 

Lo que parece muy cierto es que la ambiciosa agenda del cambio se tambalea, sin mayoría parlamentaria y sin gente a su alrededor preparada para gobernar. La filtración de los audios puede detener el trámite de las reformas en el Congreso y dar lugar a una investigación sobre las implicaciones de lo dicho por Benedetti.

 

 

Petro, Benedetti y Sarabia, inseparables día y noche, recorrieron Colombia de un lado a otro durante la campaña electoral. Luego del triunfo, Sarabia, quien durante siete años fue empleada de Benedetti,  pasó a despachar a diez pasos del presidente en el palacio de gobierno, mientras su mentor, sobre el que se tramitan causas judiciales, era enviado a Caracas para recomponer las relaciones con el régimen de Maduro. De la distancia al enfrentamiento solo transcurrió un escaso tiempo.

 

 

Ella, que no escondía su ambición política, y  él, afiebrado político devenido en diplomático pero con ansias de volver al centro de acción política, aparecieron involucrados la semana pasada en el escándalo de escuchas telefónicas y abuso de poder que los puso fuera del gobierno.

 

 

La exjefa de Gabinete reaccionó con un tuit en el que agradece, sin embargo, la confianza del presidente. Pero Benedetti, herido por el desplante presidencial, soltó la bomba con los audios dirigidos a Sarabia que filtró Semana y en los que dice:

 

 

«Yo no me voy a dejar mamar gallo, Laura, te lo juro por la vida de mis hijos que no pasará nunca. Nos hundimos todos. Nos acabamos todos. Nos vamos presos…».

 

“Yo fui el que organicé todos los votos, hijueputa, en la Costa (Atlántica), todos, hijueputa, sin que pusiera un peso y además esa plata se fue para el Pacífico. ¿Quién ve eso ahora? ¿O es que quieren que diga, hijueputa, quién fue el que puso la plata?».

 

En simultáneo con la publicación de la revista colombiana, Benedetti se corregía en Twitter: los audios, escribió, han sido manipulados y se disculpó con Petro y Sarabia por «la agresión y el ataque malintencionado» que, afirma, no vienen de su parte. Pero la piedra ya está lanzada y los cristales rotos.

 

 

 

Foto Revista Semana

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