En una reunión realizada el martes en la mañana, representantes del Cicpc, Guardia Nacional Bolivariana y Polisucre, las autoridades académicas, administrativas, de seguridad y disciplina de la Universidad Santa María así como representantes estudiantiles acordaron aplicar medidas de seguridad para evitar robos en las camionetas de la línea Cultura que trasladan a los alumnos desde El Silencio, La California, Guarenas y Guatire a esa casa de estudios en la urbanización Miranda, carretera Petare-Santa Lucía.
Será de carácter obligatorio que los estudiantes usen el carnet para subir a las unidades de transporte. Desde ayer se inició una jornada de carnetización especial en la planta baja del edificio administrativo, anunció Daniel Álvarez, encargado del Centro de Estudiantes de Comunicación Social de esa universidad.
En los terminales se instalarán cámaras de seguridad para grabar a las personas que suban a las unidades de transporte. La línea encargada del traslado de los estudiantes a esa universidad sólo podrá cubrir la ruta que conduce a la Santa María por la Cota Mil.
Se acordó que los estudiantes deben denunciar las irregularidades que observen en estas unidades. Para presentar las quejas deben tomar el número de la camioneta y llevarlo a la Oficina de Seguridad y Disciplina de la universidad.
Los conductores que no cumplan con el reglamento serán multados o suspendidos, dependiendo del caso. En las paradas se utilizarán detectores de metales para saber si alguien porta armas de fuego o armas cortantes. De manera progresiva eliminarán la cola que hacen los estudiantes que quieren ir de pie en las camionetas porque todos los usuarios formarán una fila para subir a las unidades.
Inseguridad. Estas medidas de seguridad se acordaron luego de las denuncias de dirigentes estudiantiles y alumnos, en su mayoría de la Escuela de Comunicación Social, porque en dos semanas se registraron robos en diez camionetas que cubren la ruta hacia la Universidad Santa María.
El último robo ocurrió el 31 de mayo en la mañana, cuando más de 30 estudiantes fueron asaltados por un delincuente que subió a la camioneta como un alumno. El hombre iba en el último puesto de la unidad y, cuando el vehículo tomó la vía de la carretera vieja y pasó los primeros barrios de Petare, se levantó del asiento y sacó a una pistola que llevaba debajo de la chaqueta. Con el arma amenazó a cada uno de los jóvenes que llevaban en la mano un celular o un equipo Blackberry.
Además, golpeó en el brazo con la pistola a las personas que se sorprendieron por lo que ocurría.
El delincuente bajó de la unidad cuando pasaban por el último barrio de Petare y le pidió al conductor que le abriera la puerta. Al chofer no le quitó ninguna pertenencia.
Ese día, Shirley Muñoz, estudiante de 4º semestre de Comunicación Social, dijo que en la camioneta todos los puestos estaban ocupados y que nadie iba de pie.
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