El lunes, feriado en el Paraguay, miles de personas cruzaron nuevamente el puente y una pasarela internacionales que unen Asunción con la ciudad argentina de Clorinda para adquirir mercaderías a muy bajos precios en comparación con los de los supermercados locales.
Como una de las formas de controlar el contrabando, el Gobierno aumentó recientemente el importe de la «pacotilla» (límite del valor de las mercaderías introducidas libremente en zona de frontera) de 150 dólares mensuales por persona hasta 2.000 dólares, bajo la figura de «pequeños importadores».
La medida ocasionó el ingreso masivo de varios productos. Esto fue criticado por Eduardo Felippo alegando que las aduanas permiten el ingreso de muchas más mercaderías que las permitidas, tras recibir los funcionarios un «canon», palabra con la que, de modo elegante, se refirió a las coimas.
El industrial denunció que los compradores de la mercadería dejan, además del «canon», una pequeña cantidad de sus mercaderías para acreditar el supuesto «decomiso» que realizan los funcionarios para justificar sus funciones.
Los paraguayos cruzan la frontera hacia Argentina no solamente atraídos por los precios de mercaderías, sino también para visitar los lugares turísticos aprovechando la baja cotización actual del peso argentino con relación al guaraní, la moneda local.
En los dos últimos años, la moneda argentina se depreció a la mitad, considerando que en 2011 cada peso costaba alrededor de 1.050 guaraníes, mientras actualmente la cotización es de sólo 520 guaraníes.
Felippo dijo que «están pasando desde argentina productos que habitualmente no formaban parte del contrabando, como el pollo, que anteriormente ingresaba desde Brasil», y expresó su preocupación por el mal manejo de este tipo de productos por no atenderse la cadena de frío. «Los valores de las mercaderías ingresadas están teniendo cifras impresionantes», sostuvo el industrial.
Fuente: Agencias