Unos tres años llevaba almacenado un lote de juguetes, bisutería y artículos del hogar en un galpón de San Antonio de los Altos, municipio Los Salias, que este viernes fue inspeccionado por una comisión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que procedió a cargar con la mercancía catalogada como abandonada.
El director de la PNB, Franklin García Duque, acudió este sábado hasta el lugar del suceso que este viernes lució colmado de personas que esperaban recibir el producto regalado o comprarlo a “precio justo”.
“Se trata de la zona industrial de Los Salias y aunque es de poco alcance guarda relación con el comercio que se realiza en Caracas (…) El procedimiento inició hace unas 72 horas y hasta el momento no se han presentado propietarios ni responsables del galpón, por lo que la PNB da cumplimiento a las directrices del Ejecutivo Nacional en el marco de la Misión a Toda Vida Venezuela”, detalló García Duque, quien agregó que estarían incurriendo en delito de acaparamiento para posteriormente comercializar la mercancía a precios elevados de cara a la temporada decembrina.
El jefe policial precisó que la mercancía será trasladada a la Superintendencia Nacional Para la Defensa de los Derechos Socieconómicos (Sundee), a la vez que acotó que de no presentarse los dueños la mercancía será donada a instituciones del Estado, sin precisar cuál será el margen de espera.
Aunque García detalló que “el peinado de la zona industrial” inició hace varios días, algunos sanantoñeros especularon que se trataría de una acción de amedrentamiento en el marco del llamado a paro realizado por la oposición.
“Ya vivimos esta situación con las fulanas fiscalizaciones del 2013 y vemos cómo tres años después seguimos pagando las consecuencias: empresas que se vieron obligadas a rematar la mercancía cerradas, otras quebradas, todo más caro y con la escasez repuntando”, reflexionó Keina Castellano, quien veía desde la ventana de su casa cómo comisiones de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) salían con mercancía con rumbo desconocido.
«Sé que hay muchas personas desesperadas por garantizar el Niño Jesús a sus chamos, pero da rabia ver cómo la gente hace colas y se arrodilla y cae en estas tretas del Estado paternalista que quiere callar y comprar conciencias dando cosas materiales», agregó.
El Universal