El sector bancario dominicano se vio ligeramente afectado por el impacto de la política monetaria restrictiva que está siendo aplicada, la creciente relación del sistema bancario con el sector público y la maduración de las carteras de préstamos personales, como lo son las tarjetas de créditos, los créditos a plazos, etc. A pesar de ello, el sistema seguirá beneficiándose del crecimiento económico alto, el cual se espera que cierre en 5,3% en 2017, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional.