El 25 de diciembre de 1977 dijo adiós para siempre el director, actor y productor de cine de origen británico, Charles Chaplin. Creador del mítico personaje de Charlot, que interpretó durante más de 25 años, consiguió ser un icono mundial en la era del cine mudo. Un bigote bien pegado, enormes zapatos, bombín y un inquieto bastón le inmortalizaron en la historia del cine.
Hijo de un humilde matrimonio de artistas de variedades, Charles Chaplin pasó gran parte de su infancia y adolescencia viviendo en la calle o en distintos orfanatos.
Chaplin debutó en los escenarios a la edad de cinco años y pronto comenzaría a actuar en distintas compañías ambulantes hasta que logró destacar en una de las más celebres de su Londres natal. A los veintiún años se trasladó a Estados Unidos, donde se dedicó de lleno al medio cinematográfico. En el film Carreras de autos para niños (1914), aparecía por primera vez el emblemático personaje de Charlot, y su peculiar universo quedaría definitivamente fijado en la película El vagabundo (1915).
En 1916 ya era el actor de cine mejor pagado de la época. Dos años después, firmó un contrato millonario con la First National para realizar ocho películas en un lapso de cinco años. Se consagró entonces como genio de la gran pantalla y una vez pudo disponer de libertad para escribir, dirigir y producir sus propios.
En los años 20, perjudicó la efectividad de su pantomima. Y es que Charles Chaplin, a lo largo de más de 80 películas, se labró un futuro que, 39 años después de su muerte, aún hace historia.
