Hoy se conmemora el Día Internacional de la Espina Bífida una malformación congénita en la que existe un cierre incompleto del tubo neural al final del primer mes de vida embrionaria y posteriormente, el cierre incompleto de las últimas vértebras. La principal causa de la espina bífida es la deficiencia de ácido fólico en la madre durante los meses previos al embarazo y en los tres meses siguientes.

La espina bífida se refiere a un desarrollo incompleto de la médula espinal, las meninges (la cubierta protectora que rodea el cerebro y la médula espinal) y/o vértebras con fusión incompleta de estas estructuras tales como las que no cierran completamente sobre la cara posterior de la columna lumbar.

Los tipos de espina bífida son más altas entre los hispanos y los blancos de ascendencia europea que entre los afroamericanos, los asiáticos y los Judios Ashkenazi. Sexo parece desempeñar un papel, mas niñas nacen con espina bífida que los varones.

La buena noticia es que desde 1996, se ha producido una caída de 24 por ciento en el número de bebés que nacen con espina bífida. Ese fue el año en que la FDA (Administración de Alimentos y Drogas) el mandato primero que los fabricantes de alimentos en Estados Unidos añaden el ácido fólico, un nutriente a los panes más enriquecidos, harinas, harinas de maíz, pastas, arroz y otros productos de grano. El aumento de la ingesta de ácido fólico antes y durante las primeras semanas del embarazo puede reducir el riesgo de defectos congénitos del tubo neural en los recién nacidos.

Aunque los científicos no están seguros por qué los tubos neurales no se desarrollan o cerrar correctamente en algunos niños, piensan que la explicación detrás de la espina bífida puede ser genético, nutricional o ambiental – o una combinación de estas causas.

El ácido fólico, también llamado folato, es una vitamina importante para el desarrollo de un feto sano. Aunque tomar esta vitamina no puede garantizar que una madre tenga un bebé sano, la mayoría de los expertos creen que puede ayudar. Estudios recientes han demostrado que la adición de ácido fólico a sus dietas, las mujeres en edad de procrear reducen en gran medida el riesgo de tener un hijo con un defecto del tubo neural, como la espina bífida. La investigación ha demostrado que si una mujer toma 400 mcg (microgramos) de ácido fólico todos los días antes y después de que ella se queda embarazada, se reduce el riesgo de tener un bebé con espina bífida u otro defecto del tubo neural hasta 70 por ciento.

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