La frase pertenece a una ciudadana que fue sorprendida cuando el cuerpo de una pasajera del Malaysia Airlines entró por la ventana de su cocina. Pasaron 24 horas hasta que fue retirado por la policía.
El avión de Malaysia Airlines que fue derribado por un misil en la zona fronteriza entre Ucrania y Rusia ha dejado un panorama devastador para los habitantes del lugar, que los primeros días después del suceso debieron lidiar con cientos de cadáveres en las carreteras, las plantaciones y… en sus cocinas.
Es el caso de Inna Tipunova, una mujer ucraniana de 60 años que vio cómo su cocina se llenaba de marcas de sangre cuando el cadáver de una mujer que viajaba en el MH17 entraba por su ventana. «Nunca nos imaginamos que íbamos a ver cuerpos humanos cayendo del cielo. (…) Los cadáveres caían como la lluvia», relató consternada.
El cuerpo de la pasajera no fue retirado de la cocina en las siguientes 24 horas, contó Tipunova el jueves en una entrevista, en la que además dijo que durante ese largo día volvió una y otra vez a observar la escalofriante escena.
«Ella debía ser la madre, hija o hermana de alguien», se lamentó la mujer. «Quiero saber sobre ella, quién era, su nombre; pero (los investigadores) la llaman ‘Número 26′», agregó emocionada en la entrevista con el sitio australiano News.
Tipunova acusa al gobierno de Ucrania por la caída del avión y por una guerra que cada día se cobra más vidas humanas de ambos bandos, incluidos los civiles que quedan atrapados en el medio.
«Donbas será destruido, ese parece ser su objetivo», dijo Tipunova sobre los planes del gobierno de Ucrania en la región en la que ella vive en una pequeña casa con su familia. «No tengo otro lugar a donde ir», concluyó.
El avión, que fue derribado por un misil cuando atravesaba la zona fronteriza entre Ucrania y Rusia, está siendo objeto de una difícil investigación para determinar las responsabilidades por las casi 300 muertes de los pasajeros que viajaban en él.
Mientras Kiev acusa a los milicianos prorrusos de disparar el misil y al gobierno del Kremlin de colaborar con ellos, Moscú apunta a las autoridades de aeronavegación por permitir a aviones comerciales sobrevolar una zona en conflicto.
La región es escenario, hace meses, de violentos enfrentamientos entre el ejército ucraniano y los separatistas, que buscan dividirse de Ucrania y unirse a Rusia, como ya lo hizo la región de Crimea.
InfoBAE