Gustavo Petro Urrego fue elegido como nuevo presidente de Colombia para el periodo 2022 – 2026 este domingo, con más del 50 por ciento de las votaciones tras la segunda vuelta presidencial. En una votación histórica, con más de 11,2 millones de votos, se convierte en el primer Jefe de Estado de izquierda del país.
Gustavo Petro nació el 19 de abril de 1960, en Ciénaga de Oro, Córdoba. Es economista de la Universidad Externado. Tiene una especialización en administración pública de la ESAP, estudios en economía en la Universidad Javeriana, en medioambiente y desarrollo poblacional de la Universidad Católica de Lovaina, y en nuevas tendencias en administración de empresas en la Universidad de Salamanca.
Luego de pasar por las filas de la guerrilla y del proceso de paz en el gobierno de Virgilio Barco, estuvo dentro de los fundadores de la Alianza Democrática M-19, movimiento que logró un gran respaldo popular y que participó en la Constituyente de 1991. Con el apoyo de este movimiento, llegó a la Cámara en 1991.
En 1994 fue nombrado en la embajada de Colombia en Bélgica como agregado diplomático para los derechos humanos hasta 1996. Regresó al país en 1998 y aspiró nuevamente a la Cámara con el aval del Movimiento Vía Alterna, fundado junto con otros exmilitantes del Partido AD M-19.
En ese período se caracterizó por sus denuncias sobre corrupción y sus debates de control político, especialmente sobre el conflicto armado. Después, entre 2006 a 2010, fue senador de la República.
Lo que logró durante su paso por el Congreso lo llevó a postularse a la Presidencia por primera vez en 2010. En esas elecciones, obtuvo 1’331.267 apoyos.
Petro se ha convertido en el líder indiscutible de la izquierda en Colombia, lo cual no ha impedido que dirigentes tan importantes como Jorge Enrique Robledo y Antonio Navarro hayan marcado distancias con él en los últimos años.
Fue elegido alcalde de Bogotá en 2011. Durante ese momento fue sancionado con destitución e inhabilidad por la Procuraduría por un problema con la gestión y el manejo de las basuras, del que finalmente salió absuelto por decisión del Consejo de Estado.
En los últimos meses, además, la Corte Suprema, por su parte, archivó la investigación contra Petro por el escándalo del video en el que aparecía recibiendo una bolsa con dinero en efectivo, pues determinó que una eventual infracción a a ley había ya prescrito cuando se reveló el hecho.
En 2018, se lanzó a la Presidencia y obtuvo la segunda mayor votación en las elecciones: 4,8 millones en primera vuelta y unos 8 millones en segunda, cuando fue derrotado por el presidente Iván Duque.
PropuestasDurante su campaña y en debates, Gustavo Petro ha defendido varias propuestas polémicas. En un eventual gobierno suyo, asegura, se daría un tránsito de una economía extractiva de petróleo y carbón a una basada en la productividad agraria y la promoción de cultivos de 11 principales productos cosechados en el país.
“La primera decisión que voy a tomar es el cese de la contratación de exploración de petróleo en Colombia. Es un mensaje claro: vamos hacia una economía productiva, no extractivista”, le dijo a EL TIEMPO en una entrevista.
Para lograrlo, el aspirante ha asegurado que es necesario promover una política en la que se quiten los aranceles a los insumos que estimulan el valor agregado en Colombia.
En su plan de gobierno propone una reforma tributaria estructural con la que habría menos impuestos para las empresas productivas pequeñas y medianas que trabajen el agro con energías limpias.
Otra de sus propuestas está relacionada con la educación. Petro plantea incrementar los presupuestos para esta cartera y para cultura y deporte. Según él, estas tres áreas deberían trabajar en conjunto.
En cuanto a seguridad, Petro ha asegurado que «el delito debería ser mirado de forma multidimensional», es decir, según afirma, implementaría políticas que promuevan la inclusión social.
Durante su campaña, uno de los temas más polémicos fue la utilización, por el Estado, de parte de los dineros ahorrados por los colombianos en los fondos privados de pensiones.
EL TIEMPO