Este martes, a Juan José Guzmán (31) lo golpearon con palos y luego le dieron un tiro en la cabeza, cuando caminaba por el sector Rangel de Ocumare del Tuy, municipio Tomás Lander. Su padre, que al rato pasó por la zona, lo vio agonizando en una cuneta. Murió horas después en el hospital Domingo Luciani de El Llanito.

Guzmán era barbero. Cortaba el cabello en su casa y a domicilio a los vecinos de la zona. Al terminar su jornada, a las 5:30 p.m., se dirigió hacia el sector El Cerrito. Allí se estaban haciendo los rezos de su abuela que había fallecido recientemente. En el camino, a la altura de la comunidad Rangel, varios sujetos lo interceptaron. Con palos lo golpearon, le dieron patadas, lo empujaron a la cuneta de la vía principal y le dieron un tiro.

Su padre también iba a asistir a los novenarios y la vía donde fue agredido Guzmán es el único camino para llegar a la casa donde se organizan los rezos. En la vía vio un cuerpo boca abajo: se le pareció a su hijo, lo volteó y el barbero, aún con vida, le dijo que lo ayudara. Fue llevado al hospital Simón Bolívar de Ocumare del Tuy. Allí no había neurocirujanos y no lo podían intervenir. Lo remitieron al Domingo Luciani de El Llanito, donde falleció el miércoles a las 6 a.m.

Según la tía del joven, la víctima también era cristiano evangélico y al salir de su trabajo acostumbraba ir al templo. «No sabemos por qué lo mataron. En Ocumare del Tuy los azotes no tienen contemplación con nadie. A partir de las 5 p.m. se impone un toque de queda. Después de esa hora no puedes salir siquiera al patio de tu casa. Vas a denunciar el homicidio de un familiar y la policía no hace nada, es un caso más que engrosa la lista de crímenes que quedan impunes. Ves cómo los malandros conversan con los funcionarios y hasta se montan en las patrullas uniformados. A quién le vamos a pedir justicia», dijo el familiar.

Guzmán dejó en orfandad a dos niños y era el menor de dos hermanos.

Matan a joven en Petare

En el barrio La Parrilla del sector El Chorrito de Petare, mataron a Erson José Rivero Leiva (19). Su tía, Enna Leiva, relató que este miércoles a las 6:40 p.m. el joven jugaba cartas sobre una moto en uno de los callejones de la zona. Estaba reunido con unos amigos. En ese momento llegaron unos sujetos y dispararon contra él, posteriormente se dieron a la fuga. «Él tenía un mes de haber llegado a Caracas, procedente de Maracaibo, estado Zulia. El vino a visitar a la familia, pero decidió probar suerte laboralmente y consiguió un trabajo como despachador en una panadería de Terrazas del Ávila. Decidió quedarse».

Su tía manifestó que el barrio La Parrilla se ha convertido en escenario del hampa.

«Los fines de semana, se producen tiroteos, a diario roban. A los comerciantes los antisociales los tienen azotados y la vigilancia es esporádicas. A veces se observan patrullas policiales. Los funcionarios dan una vuelta y se van. Cuando se registran los tiroteos vienen a resguardar la escena del crimen y a retirar el cadáver, después de que todo pasa», explicó Leiva.

NATALIA MATAMOROS

  EL UNIVERSAL