La sequía que se ha prolongado en el país por los últimos dos años pone en jaque a los embalses utilizados para el abastecimiento de agua y a los que se emplean para la obtención de energía hidroeléctrica. La acción del fenómeno El Niño, que en Venezuela se traduce en más sequía, agrava el panorama. Víctor Poleo, miembro del Grupo Zuloaga, integrado por expertos y ex técnicos del área eléctrica, advirtió en entrevista que publicó el diario El Nacional que es necesario que se duplique el racionamiento de energía eléctrica en el país para preservar el funcionamiento óptimo la central hidroeléctrica de Guri.
“Hay que añadir de inmediato 2.000 megavatios adicionales a los 2.000 que ya se racionan, y recuperar con urgencia el parque termoeléctrico adquirido en la emergencia eléctrica de 2009 y 2010”, indicó Poleo.
La contingencia respondería al bajo nivel del embalse del Guri. La página web de Corpoelec mostraba el 19 de enero que la cota del Guri se ubicaba en 254,42 metros sobre el nivel del mar. Según Poleo, la cota para el desenvolvimiento normal es de 270 msnm: “Si llegáramos a 240 msnm, el funcionamiento no sería óptimo, sino residual. Lo que nos pone en una situación riesgosa”.
La empresa estatal Hidrocapital escribió en Twitter el viernes: “El Niño no es juego, tómalo en serio. 70% de nuestra energía proviene de la hidroeléctrica”. No obstante, al cierre de esta edición, las únicas decisiones adoptadas por el gobierno para atender los efectos de El Niño tienen que ver con el racionamiento del servicio de agua que activaron a principios de enero, y que deja sin abastecer por seis días algunas zonas del área metropolitana de Caracas. Sobre la energía eléctrica aún no ha habido pronunciamiento.
Plan de acción. El Niño es un fenómeno producido por el aumento de la temperatura del océano Pacífico. Las mediciones de la Administración Nacional Océanica y Atmosférica de Estados Unidos indican que en este momento esas aguas están 2,3ºC, en promedio, por encima de su nivel normal.
Ante la emergencia eléctrica de 2009 y 2010, el gobierno decretó en Gaceta Oficial 39332 que las industrias, comercios y residencias debían disminuir el consumo 20%. En 2015, el Ministerio de Energía Eléctrica propuso que ante la “ola de calor” los empleados públicos trabajaran media jornada como plan de ahorro.
“El fenómeno de El Niño es producto de la variabilidad del clima y se presenta más o menos cada cinco años, pero siempre nos agarra desprevenidos. El racionamiento de agua debió empezar el año pasado”, señaló en una entrevista telefónica Abraham Salcedo, jefe del departamento de Hidrometeorología de la UCV.
El retraso de la construcción del sistema Tuy IV, a su juicio, empeora la crisis. Salcedo considera que el gobierno debe planificar sobre dos hipótesis: la primera es que por la sequía prolongada podrían producirse incendios a partir de mediados de febrero cuando vuelva a subir la temperatura; y la segunda es que si se quemó la capa vegetal, en mayo cuando termine la sequía, las lluvias podrían producir deslizamientos: “Debemos prepararnos con vehículos, equipos y personal suficiente para los bomberos. Habilitar más pozos de agua y llenaderos para abastecer camiones cisternas”.
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