El partido no pudo arrancar de mejor manera para Barcelona, que abrió el marcador apenas arrancando el compromiso. Corría el minuto siete del primer tiempo cuando Suárez cogió el balón en la media cancha, picó por la banda derecha, se quitó la marca de Diego Godín y Stefan Savic, y una vez frente al potero Miguel Moyá, la mandó a guardar cruzándola delicadamente al poste derecho.
De allí en adelante Atlético intentó hacerse con la pelota pero no consiguió hacer daño, mientras Barcelona lograba llegar con peligro y amenazaba con ampliar su ventaja. No obstante, el segundo tanto blaugrana no llegó hasta pasada la media hora, cuando al 32, Messi mandó desde fuera del área un disparo de tres dedos cargado de potencia que se fue al fondo de la portería de Moya.
Con el 2-0, los catalanes gozaron de varias chances para completar una goleada y dejar la eliminatoria prácticamente sentenciada, pero los madrileños aguantaron y consiguieron irse de esa manera al descanso, pero con la preocupación de no haber inquietado ni una sola vez la arquería defendida por Cilissen.
Reacción tardía del colchonero
Una vez arrancó la segunda mitad, el cotejo se tornó de manera totalmente distinta a lo que se vio durante el primer tiempo. Atlético sacó a relucir su efectividad y en la primera chance que tuvo logró descontar.
La pizarra de Diego “Cholo” Simeone relució al 59. Gabi cobró un tiro libre desde el medio campo, sirvió el balón para Diego Godín, quien con un cabezazo asistió a Antonie Griezmann, que también con la testa consiguió anotar; “dos cabezazos en el área son gol”, dice un dicho futbolero, que se cumplió a cabalidad.
Ya con el 1-2, el colchonero mejoró y por ratos impuso condiciones en un partido que se tornó plagado de vértigo, con ida y vuelta, caracterizado por un intercambio de ocasiones claras de ambos equipos.
Así como Moyá se vistió de héroe sacando un tiro libre de Messi que iba directo al ángulo, Cilissen también se empleó a fondo con un remate a quemarropa de Griezmann. Pero la suerte le sonrió a Barcelona, que pudo terminar empatando si Gameiro hubiera empalmado de tijereta un centro que le llegó en el último suspiro del compromiso.
Ovación Deportes
