La Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), capítulo Bolívar, representado por su presidente, Joni Houda, denunció la grave situación del sector privado causados por la inflación y los controles y decisiones por parte del Gobierno nacional, enfocados a su juicio «atacar a los comerciantes».
De acuerdo con el primer vicepresidente de Fedecámaras Bolívar, José Alfredo Olivo, los comercios se encuentran «trabajando a un 30% de su capacidad, tanto por la caída del poder adquisitivo del consumidor venezolano».
A juicio de Olivo, la mayoría de los productos están dolarizados, y el único dólar que se consigue en el mercado no es el mismo dólar preferencial que menciona el Gobierno.
Para Olivo las autoridades gubernamentales se han convertido en “verdugos” para los empresarios, tomando como referencia las fiscalizaciones y amenazas realizadas por la Superintendencia de Precios Justos y el Seniat.
«Eso convierte al Estado en un asesino del comercio, es la última estocada que se esperaba para aquellos locales que a pesar de la crisis se mantenían abiertos, lo que generaría mayor número de desempleo y menos opciones para el consumidor», sostuvo.
En medio de esta situación, Fedecámaras Bolívar nuevamente manifiesta su disposición de «trabajar en equipo con las autoridades gubernamentales para el intercambio de propuestas y planes que verdaderamente contribuyan con el aparato productivo regional».
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