Nos paralizamos por cosas que solo están en nuestra mente como el miedo y la culpa. Estas cosas no nos permiten avanzar, de hecho empeoran cualquier situación
Entendemos por culpa es e sentimiento de responsabilidad por un daño causado. Ya se que culpes a alguien más o a ti misma te aseguramos que no habrán buenos resultados, pues se trata de un sentimiento negativo que con el tiempo nos debilita, altera, entristece.
Pero cuando entendemos que la culpa no es culpa de nadie, comenzamos a liberarnos a aceptar que las cosas pasan por un motivo que quizá por ahora no nos agrade, que no este en nuestras manos o no esperemos pero que no conducirá con algún propósito hacia donde debemos estar, ya sea en mente, cuerpo o alma.
Cuando enfrentes una situación complicada o algo no salga bien, evita hacerte la victima o martirizarte lo mejor es pensar en soluciones, en el cambio y el progreso.
Da un paso de superación en lugar de hacerte sumisa de la culpa, lo que paso paso, es parte de la vida y ahora debes curarte y aprender de ello.
Dejar ir la culpa ya sea por algo que nos paso o a otros, ayuda a curar el alma, aporta fuerza, aleja cosas como el rencor, estrés y la depresión. Recuerda que algunos retos se presentan para hacernos madurar, para prepararnos para cosas más grandes y transformarnos.
Así que conviértete en una persona valiente, animada y positiva.
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Imagen: archivo Eme de Mujer