Sin huellas, ni cabellos, ni rastros de sangre. Los investigadores del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalistas (Cicpc), supervisados por un fiscal del Ministerio Público, no hallaron ningún tipo de evidencia que demostrara que la camioneta Toyota blanca, placas VCS-04X, fuera utilizada en el rapto de Grecia Colmenares.
A seis días de la desaparición de la muchacha de 18 años, los sabuesos de la Policía Científica se mantienen abocados a estudiar el caso y tratar de conseguir pistas que den algún indicio del paradero de la joven.
Fuentes de NAD indicaron que las supuestas llamadas de un número desconocido que denunció haber recibido Aura Castillo, madre de Grecia, en la que presuntamente le dijeron que su hija permanecía en la sede del Cicpc, no se efectuaron.
Los investigadores consideran que la mujer pudo haber recibido la información “cara a cara” y está tratando de encubrir a la persona que se lo comentó.
Informantes de este medio de comunicación aseveraron que hay “una mano negra” que quiere busca a toda costa desviar el verdadero rumbo que la investigación debe tomar.
Con las pesquisas realizadas al vehículo se descarta, así, la participación del detective Juan Puerta, propietario del automotor. Se conoció que, a pesar de que le fuera devuelto luego de que culminaran los estudios que le hacían, él la dejó a la orden del cuerpo detectivesco para lo que fuera necesario.
El comisario Heberto Olano, jefe de la delegación Zulia de la Policía Científica, aseguró mantenerse dispuesto a abrir cuanta investigación sea necesaria a cualquiera de los funcionarios pertenecientes al organismo que dirige, bien para demostrar su inocencia o castigarlo con el peso de la ley en caso de que se compruebe que tenga alguna responsabilidad en el hecho.
Por los momentos, no hay ningún detenido por el presunto rapto de Grecia Colmenares.
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