Los hábitos del portugués son el secreto de su gran forma a los 34 años.
El magnífico estado físico de Cristiano Ronaldo levanta envidias en Italia. A sus 34 años, el portugués se mantiene en registros sobresalientes en cuanto a resistencia y velocidad. Y todo gracias a sus hábitos, cimentados bajo una extraordinaria fuerza de voluntad. El jugador es especialmente exigente con su dieta, pero no sólo cuida al detalle (y al peso) lo que come. También sigue pautas estrictas en su reparto de entrenamiento y descanso.
Cristiano hace seis comidas diarias para mantener el metabolismo siempre en funcionamiento. Son base en su dieta la proteína y los carbohidratos , fundamentalmente pollo y pasta. En ambos casos, cocinados sin aceite y sin sal. La única bebida que admite el portugués es el agua, aunque en el desayuno se permite un zumo de frutas natural, generalmente de piña o naranja.
Los entrenamientos son cuidados al detalle. Además de completar los que hace junto a sus compañeros en la Juventus, Cristiano sigue desde hace años un programa específico. Hace cinco sesiones semanales en el gimnasio, y además las combina con sesiones de pilates y de natación. Cristiano Ronaldo es una máquina entrenándose, y sus preparadores físicos con frecuencia deben frenarle para evitar el sobreentrenamiento, aunque en su caso es difícil alcanzar el umbral máximo porque su poderío físico es extraordinario.
Con tanto trabajo, Cristiano debe cuidar el descanso. El portugués duerme ocho horas cada noche. Procura acostarse y despertarse a la misma hora y no perdona la siesta después de su cuarta comida diaria, la que hace después de entrenarse por la mañana.De esta manera, con disciplina espartana y pocas concesiones, es como Cristiano Ronaldo consigue ser uno de los jugadores en mejor forma, y de manera sostenida en el tiempo.
Reseña AS