El Congreso español aprobó este jueves las normas contra el coronavirus que rigen en el país desde el domingo pasado, cuando terminó el estado de alarma, con la atención puesta en los brotes de los últimos días, localizados y controlados por el momento, pero con el temor de que se multipliquen.
Las nuevas medidas se aplican desde el 21 de junio, cuando ya se permitió la circulación libre por todo el país y se reabrieron las fronteras con el espacio Schengen (con Portugal y otros países será el 1 de julio), después de tres meses de restricciones severas de movilidad para frenar el contagio, pero debían ser ratificadas por el Parlamento que lo hizo hoy por una amplia mayoría.
Entre esas normas, destaca:
- El uso obligatorio de mascarillas en todos los lugares abiertos al público, sean cerrados o descubiertos, si no se puede mantener una distancia interpersonal mínima de seguridad de 1,5 metros.
- El desarrollo de planes de contingencia ante posibles rebrotes o el refuerzo de la atención sanitaria primaria.
«El peligro sigue ahí» y hay que seguir manteniendo todas las precauciones para contener la epidemia, señaló el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en su intervención en el Congreso para defender las nuevas medidas.
Illa explicó que la norma tiene dos objetivos: dotar al país de las medidas de prevención necesarias en esta fase de «nueva normalidad» y establecer los instrumentos legales y operativos que permitan la «respuesta común y coordinada» de todas las autoridades sanitarias.
Recordó la dureza de los meses «de gran dolor» en los que ha habido que enfrentarse al virus y al «enorme impacto» económico y social que ha provocado, y resalto la «gran capacidad» del país para salir adelante.
El ministerio de Sanidad notificó hoy tres nuevos fallecidos por coronavirus en las últimas 24 horas, en la que hubo 157 nuevos contagios, con lo que la cifra total de muertos se eleva a 28.330 y la de infecciones a 247.486.
EFE
