Bajo el lema «Prosperidad con equidad: El desafío de cooperación de las Américas» y con el acercamiento entre losEstados Unidos y Cuba como telón de fondo, comienza hoy la VII Cumbre de las Américas en la ciudad de Panamá, de la que participarán los líderes de los 35 países del continente. El encuentro podría estar sellado por un eventual apretón de manos entre el presidente estadounidense Barack Obama y su par cubano Raúl Castro en la que será, sin duda, la foto más buscada y esperada.
En principio, no está pautada una reunión entre ambos mandatarios, aunque el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, ya se ha sentado cara a cara con el canciller cubano, Bruno Rodríguez Padilla. Por el momento, fue la entrevista bilateral de más alto nivel en más de medio siglo.
Se especula también con que Obama informe que remitirá al Congreso un proyecto para retirar a la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo. Mientras tanto, se sabe que ha dialogado con Raúl Castro por teléfonoantes de subirse al avión que lo trasladó a Panamá.
La cita continental marcará un nuevo capítulo en las relaciones entre los EEUU y Cuba, luego de que Obama y Castro el pasado 17 de diciembre anunciaran que retomarían los contactos con el objetivo de normalizar la vía diplomática, reabrir las respectivas embajadas en Washington y La Habana, y discutir el gradual levantamiento del bloqueo económico, columna vertebral de la política estadounidense hacia la isla desde la década de los 60. Esto fue saludado por la mayoría de los países de la región.
Cuba asistirá por primera vez a una Cumbre de las Américas desde que comenzaron a ser convocadas en 1994. En el encuentro anterior, en Cartagena 2012, los países del ALBA resolvieron que no volverían a sentarse en la mesa si la isla caribeña no era invitada. Cuba, que estuvo suspendida en la Organización de los Estados Americanos (OEA) desde 1962 hasta 2009, todavía no se ha reincorporado al organismo, pero tras el anuncio de diciembre confirmó su asistencia a Panamá.
Pero no sólo Castro y sus funcionarios están invitados. Disidentes y exiliados cubanos llevan su reclamo por el respeto de los derechos humanos y la apertura política del país. Ya hubo enfrentamientos entre ambas facciones. El miércoles, un grupo de opositores que dejó una ofrenda floral en el busto de José Martí en el Parque Porras, en el centro de la capital panameña y a metros de la Embajada cubana fue agredido. La vocera del Departamento de Estado, Marie Harf, no tardó en expresar la preocupación de la Casa Blanca.
Los ojos estarán puestos en lo que suceda entre Cuba y los Estados Unidos, pero habrá un tercero en discordia dispuesto a reclamar su cuota de protagonismo. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, buscará hacer de la Cumbre un espacio para condenar las sanciones contra funcionarios chavistas y el decreto que establece que la situación en el país es una «amenaza» para los EEUU. Aunque el mandatario renunció a su intención de llevarle 10 millones de firmas de repudio a Obama, dejó en claro que no perderá la oportunidad para manifestar su descontento con la política estadounidense.
No obstante, en los últimos días, el gobierno de Obama tomó una postura más conciliadora, en parte para bajar la tensión y evitar que el conflicto con Venezuela le quite brillo a las noticias con respecto a Cuba.Tras explicar que la declaración de «amenaza para la seguridad» es una formalidad exigida por la burocracia estadounidense, la Casa Blanca envió al segundo de Kerry, Thomas Shannon, para que se reuniera con las autoridades venezolanas en Caracas. Fue recibido por la canciller Delcy Rodríguez, que reclamó que el polémico decreto sea derogado.
En distintas oportunidades, Maduro acusó a los Estados Unidos de dar apoyo a los supuestos planes golpistas de la oposición. En contrapartida, el gobierno de Obama y sectores republicanos han presionado para que Venezuela libere a los dirigentes opositores que se encuentran encarcelados, como el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, o el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma. De hecho, las esposas de ambos, Lilian Tintori y Mitzy Capriles, también estarán en Panamá.
Por otro lado, la tensión entre Caracas y Washington ya tuvo su primera consecuencia. Según dijo ayer la canciller y vicepresidente de Panamá, Isabel de Saint Malo, a la agencia de noticias española EFE, la exigencia de Venezuela de que se incluya una condena a las sanciones y las medidas ejecutivas de los Estados Unidos impidió que se consensuara un acuerdo conjunto para la declaración final del encuentro.
La única jefa de Estado que no asistirá a la Cumbre es la chilena Michelle Bachelet
Reuniones bilaterales y cuentas pendientes
Al momento, la única jefa de Estado que no asistirá a la Cumbre es la chilena Michelle Bachelet, quien debió suspender debido a la catástrofe por las inundaciones en el norte del país, que provocaron la muerte de 26 personas , mientras más de 100 continúan desaparecidas. De esta forma, la mandataria no se cruzará con sus pares de Bolivia y de Perú, Evo Morales y Ollanta Humala, respectivamente, con los que tienen asuntos diplomáticos por resolver.
Chile y Bolivia se medirán dentro de un mes ante el tribunal internacional de La Haya. En 2013, el gobierno de Morales demandó al país para exigir una salida soberana al mar. El mandatario planea recolectar apoyos presidenciales a su reclamo. Por su parte, las relaciones entre Perú y Chile se tensaron luego de que trascendiera que tres soldados peruanos habrían realizado tareas de espionaje para altos mandos del Ejército chileno.
El reclamo argentino por Malvinas, los avances en los diálogos de paz en Colombia y el acuerdo entre El Salvador, Guatemala y Honduras para una Alianza para la Prosperidad con los Estados Unidos también formarán parte de la agenda. Esta semana, además, la Cepal redujo la proyección de crecimiento para América Latina de 2,2% a 1 por ciento para 2015, lo cual suma una preocupación extra a debatir.
Por último, las reuniones de Obama con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, la brasileña Dilma Rousseff y el costarricense Luis Guillermo Solís también generan expectativa. Por su parte, Rousseff, que llega a Panamá con una imagen deteriorada por el escándalo de corrupción en Petrobras y la mala performance económica del gigante sudamericano, confirmó encuentros con el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto y el colombiano Juan Manuel Santos, además del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Escrito por: Agustina Ordoqui
Fuente: Infobae