El Presidente de la República, Nicolás Maduro, confía en que obligando a las tiendas de electrodomésticos a reducir el precio de lavadoras, neveras, licuadoras hasta montos que reflejen el tipo de cambio oficial y no al mercado paralelo, la inflación perderá impulso en los meses que restan de 2013, pero todo apunta a que el Gobierno obtendrá resultados modestos.
«Yo le pido al Banco Central que tome nota. Si nosotros estamos rebajando mil por ciento los productos debería eso impactar la inflación de noviembre, de diciembre y el sabotaje económico de este año. ¿O no?», preguntó Maduro la noche del sábado.
Mientras menor sea el gasto destinado a un grupo de bienes o servicios, menor será su influencia en el resultado de la inflación. Los electrodomésticos tienen un bajo peso en el gasto de las familias y por tanto, son poco relevantes.
El Banco Central a través de la encuesta de presupuestos familiares determina que los artículos para el equipamiento del hogar, uno de los trece grupos que se utilizan para medir la inflación e incluye electrodomésticos junto a otros bienes como muebles, cortinas, herramientas y detergentes, solo representa 5,6% del gasto de los consumidores.
Fuentes del Banco Central precisan que por el poco peso del grupo en la estructura de gastos de los hogares, los electrodomésticos tienen una incidencia de solo 2% en la inflación de los últimos doce meses. Es decir, si la inflación fuese un edificio de 100 pisos los electrodomésticos solo representarían dos pisos.
El factor que más influye en la inflación es el costo de los alimentos y bebidas no alcohólicas, porque los hogares destinan a este rubro 32,2 de cada 100 bolívares que gastan, seguido de transporte, alquiler de vivienda, restaurantes y hoteles, vestido y calzado.
Por ende la mayor parte de la inflación de 54,3% que ha habido entre octubre de 2012 y octubre de este año obedece a que los alimentos y bebidas no alcohólicas se disparan 72,2% en este período.
José Guerra, ex gerente de investigación del Banco Central, explica que «la incidencia de los electrodomésticos en la inflación es muy baja por eso esta estrategia del Gobierno no tendrá mayor efecto, debería enfocarse en instrumentar medidas que frenen el incremento de los alimentos».
Agrega que «se está prohibiendo que se realicen importaciones de electrodomésticos con el dólar negro, por tanto Cadivi y Sicad tendrían que comenzar a entregar todos los dólares para que se reponga la mercancía algo que luce muy poco probable, vamos a tener escasez de estos productos».
En abril de 2012 el Gobierno recurrió a una medida similar a la que está aplicando con los electrodomésticos rebajando el precio de 19 artículos de cuidado personal y el efecto sobre la inflación fue momentáneo mientras que el desabastecimiento ha crecido al punto que al cierre de septiembre en 79 de cada 100 establecimientos comerciales de Caracas no había papel higiénico.
El forcejeo
La obtención de resultados poco efectivos con medidas de las que se espera un efecto determinante ha creado, en momentos de alta inflación, una relación tirante entre Miraflores y el Banco Central.
El ex presidente Hugo Chávez solía acusar al Banco Central de no reflejar en la medición de la inflación la venta de alimentos a precios subsidiados en la red Mercal.
«No la miden allí, y la inflación en Mercal es igual a cero En los Hipermercados Bicentenarios han bajado los precios de productos como la carne y el cemento», dijo Chávez el 30 de mayo de 2010 en medio de un alza de 21% en el precio de los alimentos en solo cinco meses.
La realidad es que el BCV mide la inflación en todos los tipos de establecimientos, entre ellos, la red Mercal y estos mercados no venden todos los productos de la cesta básica.
El beneficio
La estrategia general del Gobierno para contener la inflación consiste en avanzar en regulaciones que controlen la ganancia de las empresas y los comercios bajo el argumento de que lo justo es que no exceda de 30%.
Analistas consideran que este enfoque deja de lado que en la lista de causas que explican la inflación destaca una demanda impulsada por la emisión de dinero que hace el Banco Central para financiar a empresas públicas, así como la caída de la oferta por el exceso de controles en la economía.
Al cierre de octubre los precios acumulan un salto de 45,8% con lo que este año será el quinto con mayor inflación desde 1950.
Fuente El Universal