El Real Madrid empata en Girona y entrega el liderato de LaLiga

El Real Madrid empata en Girona y entrega el liderato de LaLiga

El Real Madrid empató 1-1 en Girona en un partido denso y lleno de tensión competitiva que le costó el liderato de LaLiga este domingo 30 de noviembre de 2025. El gol de penalti de Kylian Mbappé evitó la derrota, pero no borró la sensación de tropiezo en Montilivi para el equipo de Xabi Alonso.

 

El contexto no podía ser más exigente para el Real Madrid: llegaba a Girona obligado a ganar tras el triunfo del Barcelona y con la presión añadida de dos empates consecutivos en Liga. El equipo blanco adquirió la posesión desde el inicio, pero su circulación fue plana, con poca movilidad entre líneas y escasa presencia en zonas de remate. El Girona, en cambio, se agarró al partido desde la intensidad, compacto en bloque medio y esperando el momento para golpear al contragolpe.

 

El desenlace del primer acto resumió las dudas del Madrid: tras un gol anulado a Mbappé por mano previa, el encuentro cambió de guion en cuestión de segundos. En la última fase de la primera parte, Azzedine Ounahi aprovechó una acción mal defendida en la frontal para firmar el 1-0 con un disparo potente que dejó sin respuesta a Courtois. El tanto hizo justicia al mejor aprovechamiento de los recursos del Girona, eficaz en cada acercamiento pese a su situación en la zona baja de la tabla.

 

Tras el descanso, el Madrid tardó en encontrar una velocidad más en su juego y sobrevivió gracias a Courtois, que sostuvo al equipo con una intervención clave en un mano a mano cuando el 2-0 parecía cercano. La reacción blanca llegó desde la conexión entre Vinícius y Mbappé: el brasileño forzó un penalti tras una internada en el área y el francés se convirtió con frialdad para establecer el 1-1 y reactivar a los de Alonso. A partir de ahí, el encuentro se volcó hacia la portería de Gazzaniga, con fases de asiento blanco pero sin la claridad suficiente en el último pase.

 

El tramo final fue un ejercicio de resistencia del Girona, que se hundió unos metros para defender su área y buscar salidas rápidas a la contra. El Real Madrid acumuló delanteros, ocasiones aisladas y reclamaciones arbitrales, pero volvió a evidenciar una preocupante falta de precisión en los metros decisivos. Ni las llegadas desde la segunda línea ni las modificaciones tácticas de Alonso lograron romper el muro local, que se mantuvo a base de anticipaciones, ayudas constantes y un portero muy seguro en los balones aéreos.

 

El empate en Montilivi supone el tercer partido de Liga consecutivo sin ganar para el Real Madrid y consolida la pérdida del liderato a favor del Barcelona, ​​que ya aventaja en un punto a los blancos. Más allá del marcador, preocupa la sensación de bloqueo ofensivo, la dependencia casi absoluta de Mbappé y Vinícius y la incapacidad para traducir el dominio territorial en ocasiones claras. Para un equipo obligado a competir por todo, el 1-1 en Girona se lee más como aviso serio que como simple tropiezo: la pelea por LaLiga se ha ajustado y el margen de error se ha reducido al mínimo.

 

 

2001

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