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El crecimiento del PIB público duplica al del sector privado

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El crecimiento del PIB público duplica al del sector privado

Las estadísticas del Banco Central desnudan que en la pérdida de dinamismo que sufre la economía el sector privado registra los peores resultados con un crecimiento de solo 1,1% en el primer semestre de este año mientras que el sector público logra un avance de 2,6%.

 

¿Por qué ocurren resultados tan dispares en los que el crecimiento de un área de la economía más que duplica a la otra? Principalmente porque el reparto de los dólares que permiten importar materia prima, maquinaria o productos terminados que alimentan al comercio no es equitativo.

 

Cada mes el directorio del Banco Central aprueba un monto de dólares que llega al sector privado vía Cadivi y también al sector público por conceptos como abastecimiento urgente en materia agroalimentaria y salud, seguridad y defensa nacional o desembolsos por tratados internacionales.

 

En el primer semestre de este año el directorio del BCV aprobó 16 mil 900 millones de dólares, una cifra que es prácticamente la misma que la del primer semestre de 2012, pero el Gobierno comenzó a consumir una mayor porción de las divisas aprobadas.

 

El resultado es que las importaciones del sector público no asociadas al negocio petrolero experimentan un alza de 21,8% mientras que las efectuadas por las empresas privadas descienden 10%.

 

Otro factor a tomar en cuenta en el reparto de las divisas es el cierre del Sitme, un sistema que permitía a las empresas privadas comprar dólares diariamente a través de bonos. Para sustituirlo el Gobierno creó el Sicad, un mecanismo de subastas donde la oferta ha sido pequeña y esporádica.

 

«La sequía de dólares ha sido para el sector privado y por eso los inventarios están bastante bajos, el sector público más bien aumentó su presupuesto de divisas», dice un empresario que prefiere reservar su nombre.

 

Gasto e inflación

 

En medio de la menor entrega de dólares al sector privado, el recorte de la jornada laboral y controles de precios que desalientan la producción, la economía perdió empuje y al evaluarla como un todo, incluyendo al sector público y privado, crece 1,6% en el primer semestre versus 5,8% en el mismo lapso de 2012.

 

No obstante hay que resaltar que entre abril y junio la tendencia a la desaceleración perdió fuerza y como un todo la economía creció 2,6%.

 

El problema es que para impedir que se agravara la pérdida de crecimiento el Gobierno recurrió a una inyección de gasto público que impulsa la inflación.

 

Como el ingreso petrolero y la recaudación de impuestos no son suficientes para cubrir el gasto el Gobierno tiene un déficit de 15% del PIB, por lo tanto, la vía para no bajar de una manera drástica los desembolsos y mantener la transfusión de recursos ha sido que el Banco Central imprima billetes y, más bolívares creados artificialmente detrás de la misma cantidad de productos, se traduce en alzas de precios.

 

En los primeros siete meses la inflación acumula un avance de 29% versus 8,6% en el mismo período de 2012.

 

Si bien este aumento de los precios golpeó la capacidad de compra del salario las transferencias del Estado a través de becas, subsidios y la expansión del crédito permitió compensar el impacto y mantener en crecimiento al consumo de las familias.

 

Todo indica que la inflación continuará recibiendo impulso. Inmerso en la campaña electoral previa a las elecciones de alcaldes de diciembre el Gobierno se dispone a seguir financiando el déficit con más impresión de billetes en el Banco Central y mayor endeudamiento.

 

La apuesta para evitar que la inflación se desborde por completo es que al mismo tiempo que el BCV fabricará billetes tomará medidas para absorber parte del exceso de bolívares vendiéndole bonos a las entidades financieras e incrementando la venta de dólares.

 

Al evaluar las tendencias todo apunta a que este año la inflación estará al menos en 40% y la economía, en el mejor de los casos logrará un crecimiento cercano a 3% si se mantienen las señales de recuperación del segundo trimestre.

 

Barclays no es optimista y proyecta que el crecimiento se debilitará en el tercer y cuarto trimestre.

 

Fuente: El Universal

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