Jerusalén, 27 jun (EFE).- El Ejército israelí negó este viernes que a sus soldados se les haya ordenado «disparar deliberadamente» contra civiles palestinos, incluyendo a quienes se acercan a los centros de distribución de alimentos de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés), como señaló hoy una investigación del diario Haaretz basada en testimonios de soldados apostados cerca de estos centros.
«Rechazamos rotundamente la acusación planteada en el artículo: las Fuerzas de Defensa no ordenaron a sus soldados disparar deliberadamente contra civiles, incluyendo a quienes se acercaban a los centros de distribución. Cabe aclarar que las directivas prohíben los ataques deliberados contra civiles», detalló el Ejército en un comunicado, en el que dijo que los recientes informes sobre incidentes contra civiles están siendo investigados.
Según Haaretz, los soldados tienen luz verde para disparar contra quienes llegan antes del horario de apertura a estos centros -a veces miles de personas, otras decenas de miles que caminan de noche durante kilómetros- con la finalidad de impedir que se acerquen antes de tiempo, y de nuevo después del cierre de los complejos para dispersarlas.
«Es una zona de matar», dice un soldado a este diario, bajo anonimato. «Donde estuve destinado, entre una y cinco personas morían a diario. Los tratan como una fuerza hostil: sin medidas de control de multitudes, sin gases lacrimógenos, solo el disparo de balas con todo lo imaginable: ametralladoras pesadas, lanzagranadas, morteros».
El Ejército aseguró, además, que las fuerzas están realizando «procesos sistemáticos de aprendizaje» para mejorar la respuesta operativa en la zona y minimizar, «en la medida de lo posible las posibles fricciones entre la población civil» y sus tropas. Dijo también que se han instalado nuevas vallas, señalización y abierto nuevas rutas adicionales.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, 549 personas han muerto cerca de los centros de ayuda y en zonas donde los residentes esperaban los camiones de alimentos de la ONU desde hace un mes, cuando comenzó a operar GHF en Gaza. Más de 4.000 personas han resultado heridas, pero el número exacto de muertos o heridos por fuego de soldados se desconoce.
En múltiples ocasiones, el Ejército israelí ha reconocido haber realizado «disparos de advertencia» contra palestinos que supuestamente se habían desviado de la ruta establecida, o que según ellos representaban «una amenaza».
Por su parte, la GHF niega estos incidentes, pese a los vídeos que emergen de estos ataques y el relato de palestinos heridos que acuden en masa a hospitales cercanos, la mayoría con heridas de bala. EFE