A última hora de este martes (29.06.2021) las fuerzas militares alemanas operativas en Afganistán finalizaron su retirada de ese país de Asia, tras casi dos décadas de misión bajo el paraguas de la OTAN. De esta forma se puso término al despliegue armado más mortífero para las unidades del país europeo desde el término de la Segunda Guerra Mundial.
La ministra de Defensa de Alemania, la cristianodemócrata Annegret Kramp-Karrenbauer, señaló que «nuestros últimos soldados dejaron Afganistán esta noche tras casi 20 años y ahora vienen camino a casa». La dirigente añadió que esto «pone fin a un capítulo histórico, una misión intensa que ha puesto a prueba a las Fuerzas Armadas, las que a su vez han probado su valía en combate».
«Una operación en la que miembros de nuestras Fuerzas Armadas resultaron heridos en cuerpo y alma, en la que perdieron la vida», añadió la ministra. Fue precisamente en Afganistán donde las fuerzas alemanas vieron acción militar en tierra por primera vez desde 1945. En total 59 soldados alemanes murieron en Afganistán, 35 de ellos en combate o como resultado de ataques enemigos.
Reubicación del material
A mediados de abril, tanto la OTAN como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciaron que los cerca de 10.000 soldados que estaban entonces en Afganistán se retirarían a más tardar el 11 de septiembre, cuando se cumplirán 20 años del atentado a las Torres Gemelas que dio pie a la misión militar.
Alemania mantuvo el segundo mayor despliegue militar después de Estados Unidos, con cerca de 150.000 uniformados en servicio en las pasadas dos décadas, muchos de ellos en más de una gira. Para los registros históricos quedará el despegue del avión de transporte A400M, última aeronave alemana de la misión que dejó el espacio aéreo afgano, a eso de las 21.24 hora local de esta jornada.
Alemania debe ahora reubicar unos 800 contenedores con equipamiento militar, que incluye vehículos blindados, helicópteros, armas y municiones de todo tipo que fueron usados en la operación. Mientras se concretaba la retirada, la base internacional de Mazar-i-Sharif fue reforzada con comandos de las fuerzas especiales (KSK), para disuadir o repeler cualquier ataque de los talibanes.
