En total, tres artefactos fueron colocados en la terminal Zaventem, de los cuales dos estallaron. El gobierno belga, en tanto, elevó el número de víctimas a 34 fallecidos y cerca de 200 heridos en los atentados.
Una cadena de explosiones ha sacudido Bruselas este martes por la mañana. En un primer momento, el aeropuerto internacional de Zaventem ha sido objeto de dos detonaciones. Poco después, una tercera explosión se ha producido en la parada de metro de Maelbeek, cerca de las instituciones europeas. La autoridades belgas han confirmado que hay al menos 30 muertos: 11 en el aeropuerto y 20 en el metro. La cifra de heridos roza los 200.
Bélgica califica ya formalmente las explosiones de ataques terroristas.
El fiscal ha confirmado incluso que el del aeródromo ha sido un ataque suicida. El ministro de Exteriores español en funciones, José Manuel García-Margallo, ha ido más allá y lo ha achacado a Estado Islámico. Estos hechos tienen lugar cuatro días después de la detención de Salah Abdeslam, el terrorista más buscado por los atentados de París el 13 de noviembre del año pasado, en los que perdieron la vida 130 personas. La fiscal antiyihad de la Audiencia Nacional, Dolores Delgado, cree no obstante que estos atentados no han sido improvisados ni fruto de una venganza por esa detención.