El subsecretario de Estado adjunto de EE UU para Latinoamérica, Michael Fitzpatrick, animó hoy al gobierno de Nicolás Maduro a dejar atrás su rechazo a la sesión de hoy en la OEA, y «participar en una conversación productiva sobre formas en las que resolver la crisis económica y humanitaria en Venezuela»
Nuestro objetivo para esta sesión especial no es la suspensión inmediata de Venezuela en el organismo, subrayó Fitzpatrick.
EE UU espera que la sesión de hoy sobre Venezuela en la OEA permita explorar varias herramientas ante la situación en ese país, al considerar que el gobierno venezolano ha perdido poder en la institución y que un importante grupo de países habla con una sola voz junto a Washington.
Un alto funcionario estadounidense, quien pidió el anonimato, se pronunció así poco antes de que el Consejo Permanente de la OEA celebre una sesión extraordinaria sobre Venezuela solicitada por 18 países para considerar la situación en ese país caribeño, una convocatoria que ha irritado enormemente al gobierno venezolano.
La fuente consideró que la dinámica en la región ante Venezuela está cambiando, como demuestra la declaración firmada la semana pasada por 14 Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), entre ellos EE UU, en la que instaban a Caracas a fijar un calendario electoral y liberar a los políticos presos.
«Los 14 países que firmaron la declaración de la semana pasada representan más del 90 % de la población en el hemisferio, y están hablando juntos con una sola voz», dijo el funcionario en una conferencia de prensa telefónica.
«Hemos visto una evolución de la preocupación en la región respecto a la situación en Venezuela. También está claro, dentro del contexto de la OEA, que Venezuela ha perdido la mayoría que le daba poder de bloqueo» en la organización, opinó.
Un ejemplo de ello, aseguró, fue el silencio ensordecedor que hubo después del discurso que dio este lunes en la sede de la organización la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien denunció las graves acciones injerencistas de varios países.
«Hubo muy poco apoyo en la sala a lo que dijo, y no hubo nada nuevo, francamente, en lo que dijo», afirmó la fuente. La mayoría de los embajadores ante la OEA de los Estados miembros prefirieron reservar sus opiniones para la sesión de hoy y por eso permanecieron en silencio este lunes, aunque los representantes de Bolivia y Nicaragua sí expresaron su solidaridad con Venezuela.
El subsecretario de Estado adjunto de EE UU para Latinoamérica, Michael Fitzpatrick, animó hoy al gobierno de Nicolás Maduro a dejar atrás su rechazo a la sesión de hoy en la OEA, y «participar en una conversación productiva sobre formas en las que resolver la crisis económica y humanitaria en Venezuela».
«La sesión de hoy considerará todas las herramientas que tiene disponibles la OEA para ayudar al pueblo de Venezuela, y estamos complacidos de que la mayoría de los Estados miembros consideren a la OEA como el foro apropiado para afrontar la grave situación allí», dijo Fitzpatrick en una declaración.
«Nuestro objetivo para esta sesión especial no es la suspensión inmediata» de Venezuela en el organismo, subrayó Fitzpatrick. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió a mediados de mes a Venezuela que convoque elecciones generales en 30 días para evitar una posible suspensión del país de la organización, un proceso complejo que requiere el apoyo de dos tercios (24) de los 35 países miembros del organismo (Cuba pertenece al organismo, pero no participa), medida que es rechazada hoy en Caracas, donde los chavistas protestan contra el informe donde realiza esa petición.
Por el momento, Estados Unidos no apoya esa opción y prefiere examinar una serie de ideas y posibilidades diplomáticas para ayudar a Venezuela a volver al camino de la democracia completa, aclaró el funcionario.
La declaración de los 14 países, firmada entre otros por EE UU, México, Colombia, Brasil y Argentina, señala que la suspensión de Venezuela «es el último recurso y que antes de esa decisión deben agotarse los esfuerzos diplomáticos en un plazo razonable».
La fuente no quiso hablar de un calendario para cuando se podrían agotar esos esfuerzos diplomáticos, y subrayó que la pelota está en el campo del gobierno de Venezuela, porque si cumplen con sus propios compromisos en el marco del diálogo, es probable que la presión en la OEA se desvanezca.
Por EFE