Fernando Villavicencio, candidato presidencial asesinado el pasado miércoles en la ciudad de Quito, Ecuador
Rafael Correa cuenta una a una las 190 horas y pico que faltan para las elecciones presidenciales y legislativas de Ecuador. «Ya falta poco», escribió en su cuenta de X (antes Twitter), junto a un cuadro resumen de las preferencias según las encuestas.
Artículos Destacados00:0301:00 Migrantes venezolanos escaparon desecuestro en el norte de México La candidata del correísmo -la abogada Luisa González- encabeza los sondeos con un promedio de 39% de apoyo, tanto como la suma de los tres adversarios con alguna remota posibilidad de victoria en la primera vuelta del domingo 20 de agosto. A veces las cuentas le fallan al expresidente Correa: en 2021 su delfín Andrés Arauz no pudo mantener su ventaja en la segunda vuelta. Arauz va ahora de “chaperón” en la fórmula de Revolución Ciudadana.
Correa llegó al poder en 2007, promovió el cambio de la Constitución y así fue reelecto para dos períodos más hasta 2017. Nada que no conozcamos los venezolanos.
Tras la “traición” de su sustituto Lenín Moreno, el exmandatario fue luego condenado a ocho años de prisión por un caso de corrupción conocido como Arroz verde, destapado por una investigación periodística que denunció cómo la célebre por tramposa Odebrecht había puesto presidente en Ecuador. Prófugo de la justicia, Correa sigue al minuto los acontecimientos desde la comodidad de Bruselas.
El texto del caso Arroz verde fue firmado por los periodistas Christian Zurita y Fernando Villavicencio, este último aspirante presidencial que competía contra González y que el miércoles de esta semana fue asesinado a tiros en Quito luego de un acto de su campaña.
Este insólito suceso en la historia política ecuatoriana que acabó con la vida de Villavicencio obligó al presidente Guillermo Lasso a dictar el estado de excepción por 60 días, aunque no a suspender los comicios. El asesinato fue atribuido a un creciente clima de violencia que permite hacer comparaciones entre Ecuador y la Colombia de finales del siglo pasado, martirizada por los capos de la droga.
El pasado 31 de julio Villavicencio alertó sobre las amenazas de muerte realizadas contra él por el líder de un grupo criminal identificado como Los Choneros, una suerte de sucursal del cartel mexicano de Sinaloa. “No les tengo miedo”, dijo el periodista y dirigente político.
Para Correa y la propia González lo ocurrido es la evidencia de que su país es un “Estado fallido”. Olvida Correa que cuando él era el dueño del poder Ecuador limitaba con las FARC, como se le ocurrió decir.
En verdad las FARC tenían campamento en la Amazonía ecuatoriana, como probó el ataque de fuerzas militares colombianas que dio muerte, entre otros, a Raúl Reyes, segundo jefe de la guerrilla colombiana, y a punto estuvo de suscitar un conflicto internacional entre ambos países y Venezuela, cuando el comandante Chávez se dio también por ofendido.
Las elecciones del domingo 20 pueden suponer la vuelta del correísmo al poder, lo que es más incierto es que ello conduzca a superar la inestabilidad política que llevó a Lasso a disolver la Asamblea Nacional y a convocar elecciones cuando solo había transcurrido la mitad de su período. Si González gana ha prometido que Correa será su asesor. ¿Sobrevivirá la Constitución a un nuevo intento de adaptarla a la apetencia política?
Editorial de El Nacional
Fernando Villavicencio, candidato presidencial asesinado el pasado miércoles en la ciudad de Quito, Ecuador