Los rechazos, incluso los más pequeños, generan un dolor equivalente al físico, pues el cerebro está programado para responder de la misma forma ante ambos.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Current Directions in Psychological Science, los rechazos por parte de la pareja tienen un impacto mayor, ya que provienen de la persona que “mejor conoces” y quien debería amarte por quien eres.
Cuando él o ella te rechazan sexualmente, se activa un mecanismo que hace que sientas sensaciones de dolor grave o quemaduras. Así es, esquivar los besos o encuentros íntimos hará que el sufrimiento emocional se vincule con el físico.
Pero las cosas no terminan allí, dichas emociones son devastadoras para la autoestima de quien las sufre, pues con el paso del tiempo podría convertirse en una persona introvertida, agresiva o incluso depresiva.
Otra investigación del Journal of Neurophysiology advierte que el rechazo baja temporalmente el coeficiente intelectual, la memoria a corto plazo y la capacidad de tomar decisiones.
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