Dolor abdominal: Una alerta de apendicitis

Dolor abdominal: Una alerta de apendicitis

Antes de comenzar hablar de los efectos de la enfermedad, es importante conocer qué es la apendicitis. La apendicitis no es más que un cuadro inflamatorio de una región anatómica ubicada al comienzo del colon. Esta región es un pequeño órgano, prácticamente un vestigio embrionario llamado el ciego. Dicha inflamación puede ser causada por un agente extraño como restos de semillas o por una causa indeterminada.

 

 

Para entender cómo se diagnostica y qué tan compleja puede ser esta patología entrevistamos a la gastroenteróloga, Gloria Urquiola, ella nos explicó que cuando la apendicitis avanza se puede producir una peritonitis. El apéndice pasa de estar inflamado a llenarse de pus dentro de la luz, un pequeño órgano que es como un túbulo; ese pus puede salir hacia la cavidad peritoneal, lo que ocasiona una inflamación de la membrana que cubre la cavidad abdominal.

 

 

 

La apendicitis puede ocurrir en la infancia, pero no es lo más frecuente. Es una enfermedad que se manifiesta a partir de la adolescencia hasta los adultos jóvenes. En los ancianos también disminuye esa frecuencia.

 

 

Por lo general, comenta la especialista, los pacientes recurren a consulta por presentar dolor en el epigastrio, lo que se conoce como “la boca del estómago”, o por presentar molestias alrededor del ombligo. Luego esta sensación se va irradiando hacia la parte derecha del abdomen, y a su vez el dolor se puede percibir en la pierna derecha. Otro de los síntomas son náuseas y fiebre.

 

 

¿Cómo es el tratamiento?

 

 

Siempre es quirúrgico. Al paciente se le realiza un diagnóstico clínico que consta, en primer lugar, del interrogatorio y el examen físico cuidadoso para buscar los síntomas de irritación peritoneal. Posteriormente se realizan exámenes de laboratorio; un ultrasonido abdominal también puede ayudar al especialista a ver una inflamación y una colección de líquido periapendicular.

 

 

 

Cuando se tiene la certeza que se está frente a una apendicitis es cuando se procede al tratamiento quirúrgico, generalmente por laparoscopia, sin embargo, cuando hay alguna perforación, este procedimiento no es suficiente y el cirujano deberá operar en cirugía abierta.

 

 

 

La mejor prevención es un diagnóstico precoz, si el paciente siente un dolor persistente, que no cede y tienen las característica mencionadas anteriormente debe acudir al médico para evitar complicaciones.

 

 

Fuente: A tu salud en línea

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