Los activistas pro-democracia fueron arrestados por la policía británica cuando manifestaban contra la coronación del rey Carlos III y su esposa Camila en el centro de Londres. El líder del principal movimiento republicano del Reino Unido y otros cinco organizadores fueron detenidos mientras descargaban pancartas de una camioneta con la leyenda “no es mi rey“. La policía no dio explicaciones sobre el motivo del arresto, lo que sorprendió a los manifestantes que habían tenido varias reuniones con la policía previamente.

La organización Action Storm, también antimonárquica, difundió panfletos en los que se lee “Es tiempo de cambiar” y cuestionó si una familia real “anticuada, no elegida y colonizadora” representa los valores de los británicos. Este grupo propone la elección de un jefe de Estado en lugar de mantener la monarquía.

Una veintena de miembros del grupo ecologista “Just Stop Oil” también fueron detenidos en la zona. La ONG Human Rights Watch denunció la situación y afirmó que las protestas pacíficas son una forma de pedir cuentas a quienes están en el poder y que el gobierno británico parece ser cada vez más reacio a permitirlas.

La policía metropolitana de Londres había advertido que tendría una “tolerancia extremadamente baja” con aquellos que intentaran “socavar” la jornada. La nueva Ley de Orden Público concede mayores poderes a la policía contra las protestas y multas y penas de prisión para aquellos que bloqueen calles o tengan un objeto con la intención de utilizarlo para “bloquear“.

Las fuerzas de seguridad desplegaron un fuerte dispositivo, con más de 10.000 agentes en las calles de la capital británica. Las autoridades coordinaron el transporte y el acceso a los sitios designados para ver la ceremonia y emitieron guías detalladas y mapas de las rutas y los sitios donde estaban las pantallas que trasmitieron la ceremonia en vivo.

CNN