Colina es otra víctima de la delincuencia en El Paraíso (Foto: José Morales)
Raúl Antonio Colina, de 56 años, regresaba a su casa junto cuando pasaba por el callejón Páez, un hombre que estaba agasapado le disparó por la espalda.
A un hombre que se ganaba la vida trabajando como pintor de brocha gorda, lo sorprendió la muerte luego de asistir a una iglesia cristiana en compañía de sus hijas morochas de 13 años.
Cerca de las 10:00 pm del lunes, Raúl Antonio Colina, de 56 años, regresaba a su casa en el sector La Horqueta de El Rincón de El Paraíso con sus dos muchachas. Cuando pasaba por el callejón Páez, cerca del cementerio municipal, un individuo que estaba agasapado le disparó. La bala le entró por el costado derecho, le atravesó la espalda y se le alojó en el hombro izquierdo.
Colina cayó agonizante y le agarró las manos a sus niñas, quienes aterradas no pudieron hacer nada para salvarlo.
A los pocos minutos, una comisión de la Policía Municipal de Sotillo preservó la escena del crimen hasta que llegaron funcionarios del Eje de Homicidio del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Puerto La Cruz.
El cuerpo de Colina ingresó en el anfiteatro forense del hospital Luis Razetti a las 11:50 de la noche.
En la morgue se presentaron Aída Hernández y Fabiola Colina, esposa e hija, respectivamente, a reclamar los restos del trabajador.
Comentaron que Colina era evangélico y asistía desde hace cuatro años a la iglesia Visión del Mundo, en la avenida 5 de Julio de Puerto La Cruz.
Expresaron que su pariente era el líder de una célula cristiana.
Aída Hernández informó que Colina deja tres hembras y tres varones. Indicó que actualmente realizaba trabajos de pintura junto con sus tres hijos en el hotel Caribbean Inn, ubicado en el centro porteño.
Uno de los muchachos manifestó que su papá era un hombre tranquilo que no se metía con nadie, y agregó que era un padre ejemplar que no merecía que le quitaran la vida.
Hernández contó que en varias ocasiones le planteó a su marido mudarse por la inseguridad que hay en la comunidad donde ya no se puede estar tranquilo ni en su propia casa por los constantes tiroteos.
Nada los detiene
Por el asesinato de Raúl Antonio Colina, los residentes del sector La Horqueta de El Rincón de El Paraíso, señalaron como responsables a Luis “la chiva” y “el pirulo” miembros de la banda de “el pichurri”.
Contaron que este grupo delictivo mantiene aterrorizados a la gente trabajadora. “Pareciera que nadie los detiene, matan, roban y violan a las jovencitas y siguen con sus andanzas como si nada”, dijeron unos habitantes.
18 años
viviendo en La Horqueta de El Rincón de El Paraíso, en Puerto La Cruz, tenía Raúl Antonio Colina. Su esposa Aída Hernández le había pedido que vendieran la casa por los constantes asesinatos ocurridos en la comunidad, pero Colina se negaba.
Eleida Briceño
El Tiempo
