Los rayos ultravioleta debilitan el cabello, lo que ocasiona que las cutículas se abran, se pierda el brillo y las puntas se quiebren. Por su parte, el agua de mar deposita minerales y sal en el cuero cabelludo que causa resequedad y resta luminosidad. El viento es otro factor ambiental que afecta, pues aloja polvo y arena, lo cual ejerce una acción irritante en el cuero cabelludo.
Para evitar que estos factores influyan en la salud del cabello, sigue las siguientes recomendaciones:
Antes de ir a la playa:
• Usar champú que tenga filtro solar e hidratar el cabello con baños de crema, por lo menos una semana antes de la exposición al sol.
• Aplicar un protector solar específico para cabello, antes de exponerlo al sol y repetirlo cada dos horas.
• Tener una alimentación sana y rica, especialmente en vitaminas A y B.
• Consumir frutas, ensaladas, verduras, leche, yogurt, quesos frescos, legumbres, huevos y pescado.
Durante la permanencia en la playa:
• Utilizar un sombrero, un pañuelo o una gorra para reforzar la protección.
• Un peinado adecuado para evitar que el viento deposite arena en el cabello. Se puede optar por colas de caballo o trenzas.
• Lavar el cabello con agua dulce cada vez que se salga del mar.
• Aplicar productos con filtro solar que además hidraten el cabello, como cremas para peinar, spray o espumas.
Después de la playa:
• Lavar el cabello con productos específicos para eliminar los restos de sal y arena.
• No utilizar demasiada agua caliente porque esto resecará el cabello.
• Nunca frotar el cuero cabelludo con las uñas.
• Aplicar mascarillas hidratantes ricas en proteínas, vitaminas, queratina, ceramidas, al menos dos veces por semana.
• Aplicar la mascarilla masajeando el cuero cabelludo de 3 a 5 minutos con la yema de los dedos, para favorecer la circulación sanguínea.
• Evitar o reducir el uso de secadores o planchas para el cabello.
A tu salud light