Hay tres cosas que a las que debemos estar atentas cuando hablemos: tono o altura, el volumen o intensidad y el timbre o resonancia. Siempre que oigas tu voz aprecia los cambios que esta pueda tener pues allí puede haber mucha información sobre su estado.
1- Evita los cambios de temperatura bruscos y si te encuentras en contacto con temperaturas ambientales extremas toma previsiones como el uso de bufandas, ejercicios de circulación.
2- Usa un tono de voz adecuado, sin forzarla con gritos o murmullos cuida su intensidad.
3-Evita carraspear con frecuencia, ni lo hagas con brusquedad.
4- Mantén una dieta balanceada, la alimentación influye en todos los factores de nuestra vida. Y en el caso de la voz requieres comer alimentos ricos en vitaminas y minerales que permitan un buen estado de las mucosas.
5-Bebe agua. Esto hidratará tus vías respiratorias y mejorará el funcionamiento de las cuerdas vocales.
6- Evita beber líquidos muy fríos o calientes, lo ideal es que estén a temperatura ambiente. De lo contrario perjudicarás tu laringe y faringe.
7- La comida picante, muy salada o ácida, al igual que el alcohol en exceso, estos generan reflujo del estomago a la laringe lo que produce irritación y afecciones vocales.
8- El humo y los ambientes tóxicos además de problemas respiratorios, producen irritación y sequedad en la laringe lo que daña las cuerdas vocales. Así que entre otras razones para evitar el tabaquismo está el cuidado de tu voz.
9- Evita hablar cuando tengas gripe o alguna enfermedad respiratoria, cuando hayas forzado la voz o hayas realizado algún esfuerzo físico y esto dificulte el paso del aire.
10- Calienta tus cuerdas vocales antes de exponerlas y descánsalas.
Eme de Mujer
María L. Espinoza