Cuba volvió a lograr este martes el respaldo de la inmensa mayoría de la comunidad internacional en la exigencia del final del embargo que desde hace más de medio siglo le impone Estados Unidos, quien se quedó solo con el apoyo de Israel.
La resolución de condena del embargo y solicitud de su levantamiento se aprobó en la Asamblea General por 188 votos a favor, dos en contra (EE.UU. e Israel) y tres abstenciones.
Son prácticamente las mismas cifras que hace un año, con la excepción de Palau, ya que el año pasado ese pequeño país del Pacífico votó en contra y en esta ocasión se abstuvo junto con Micronesia y las Islas Marshall, quienes votaron igual que en 2012.
Con este nuevo y abrumador respaldo, Cuba volvió a cosechar una nueva victoria diplomática, ya por vigésimo segundo año consecutivo, puesto que la Asamblea General se ha pronunciado en contra del embargo desde 1992.
La resolución, titulada «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», pide el final del embargo, que data de 1962, pero también de la ley Helms-Burton de 1996.
La votación tuvo lugar después de un debate en el que todos los intervinientes, salvo el representante de Estados Unidos, se manifestaron de forma unánime en contra de las medidas estadounidenses y pidieron su levantamiento.
Además de numerosos estados miembros, entes plurinacionales latinoamericanos como Mercosur, CELAC o Caricom, pero también la Organización de la Conferencia Islámica, el Movimiento de Países No Alienados o el Grupo de los 77 y China, manifestaron un año más su oposición al embargo.
Entre los países latinoamericanos, México, Brasil, Venezuela y Ecuador participaron en el debate, y Argentina y Nicaragua en la explicación de voto.
El embajador adjunto de Brasil, Guilherme de Aguiar Patriota, recalcó que su país condena el embargo y pidió a Estados Unidos que «adopte urgentemente las medidas necesarias» para poner fin a la medida, de la que dijo que tiene «efectos inaceptables, muy especialmente cuando tienen efecto sobre la ayuda humanitaria».
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, intervino en nombre de su país para volver a detallar las consecuencias que el embargo y la ley Helms-Burton tienen en la economía cubana, pero también en otros campos como la sanidad o la educación.
Rodríguez afirmó que el embargo ha tenido un efecto acumulado de 1,15 billones de dólares, «más de un millón de millones», dijo, en la economía de su país, y que se ha recrudecido en los últimos años bajo el mandato del presidente Barack Obama.
También recalcó que la política estadounidense «impide» el libre movimiento de personas y el flujo de información, y recalcó que, tras más de 50 años de embargo y más de veinte de rechazo en Naciones Unidas, la política de Estados Unidos hacia Cuba sufre «un absoluto aislamiento y descrédito mundial».
El representante estadounidense, Ronald Godard, recalcó que el embargo se ha convertido en «un chivo expiatorio» que el Gobierno cubano emplea para justificar los problemas económicos de su país.
Godard aseguró además que Washington acoge con satisfacción los cambios económicos aprobados por el Gobierno de La Habana, si bien insistió en que «Cuba sigue teniendo uno de los sistemas más restrictivos del mundo».
También afirmó que EE.UU. ha suavizado el embargo en los últimos años, forma que en 2012 Cuba recibió más de 2.000 millones de dólares en remesas.
Además, Estados Unidos exportó durante ese mismo año a Cuba, incluso a pesar de las restricciones, productos por valor de casi 465 millones de dólares, que incluyen alimentos, instrumental médico, medicinas y artículos humanitarios, añadió.
«En 2012 Estados Unidos fue el mayor proveedor de productos alimentarios y agrícolas de Cuba», insistió Godard, quien insistió en que «es el Gobierno cubano quien sigue privando al pueblo cubano» de su deseo de decidir libremente su futuro.
El diplomático pidió que Cuba aumente el grado de libertad en la isla y que libere al ciudadano Alan Gross, condenado a 15 años por facilitar el acceso a internet a la pequeña comunidad judía cubana.
Fuente: Agencias