Las cifras son escalofriantes. Cuestionan los avances de un Gobierno que se jacta de ser pionero en diversificar la educación. En 2013 al menos cuatro mil 200 alumnos quedaron fuera del sistema público en Aragua, a juicio de Richard Rivas, presidente regional del Colegio de Profesores de Venezuela (CPV).
Cerca de 120 secciones cerraron por falta de alumnos. “La deserción escolar es tremenda”. El líder gremial aseveró que el sistema público de educación no se da abasto para satisfacer la demanda.
En municipios como Girardot, Mariño y Mario Briceño Iragorry se prioriza la deserción. “Se cierran las secciones porque no hay matrícula estudiantil”. Los profesores deben ser reubicados en otros institutos, lamentó Rivas. “El mismo Estado reconoce el problema”.
Las causas
Múltiples factores aumentan las cifras de abandono estudiantil. Entre los principales los que están relacionados con el desempeño del Gobierno, aclaró Rivas. “La ausencia de comedores es fundamental para que madres decidan no inscribir a sus hijos en instituciones públicas”.
Denuncias que el CPV-Aragua ha repetido hasta el cansancio. Las infraestructuras de los planteles no son las adecuadas. “Da miedo entrar a los baños porque no sabes qué te puede salir”. Paredes agrietadas y el 100% de las instituciones sin suministro de agua potable son elementos críticos.
No son suficientes los programas del Gobierno. Una Gota de Amor, plan diseñado por el Ministerio de Educación, que busca reparar escuelas, no cumplen objetivos. “Invito a las autoridades a recorrer con nosotros las escuelas. Que se atrevan a desmentir”.
La inseguridad en los planteles complementa la nefasta lista de problemas. El período de vacaciones de verano es una ventana abierta al hampa. Delincuentes ingresan a las instituciones públicas causando destrozos.
Carga imposible de cubrir por privados
Ante la crisis del sector público, las instituciones privadas representan una salida. Los padres prefieren pagar para obtener calidad educativa. Es normal que los planteles se saturen. “No se dan abasto los privados para cargar con la culpa del Estado”.
Planteles privados en Aragua son ejemplo de la crisis. “No hay cupos” es un letrero repetido en sus puertas. “Incluso en dos o tres años un plantel no puede admitir más alumnos”. Hacinar a jóvenes en salones privados es una consecuencia real de la incapacidad del Gobierno, lamentó.
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