Todas las actividades que realizamos a lo largo del día consumen agua de nuestro organismo y, por tanto, es necesario reponerla para mantener una buena hidratación. Según la Comisión Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el consumo recomendado de líquidos a partir de los 14 años debería ser de 2,5 litros al día para los hombres y de 2 litros en el caso de las mujeres.
Sin embargo, la realidad es que aunque no estamos deshidratados, los españoles no llegamos a ese consumo básico de agua, tal y como señala el estudio Anibes, el cual indica que el 75 por ciento de los adultos y el 90 por ciento de los niños no alcanzan a los mínimos establecidos. “No llegamos a cubrir el requerimiento ideal para una población sana. En el caso de los adultos hombres, el 33 por ciento se queda por debajo de los 2,5 litros y en el caso de las mujeres, el 21 por ciento no consume los 2 litros indicados”, explica Mariela Nissensohn, del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias.
Nissensohn señala un aspecto importante: el agua no sólo se aporta por lo que uno bebe, también por la comida. Es decir, de la cantidad total de agua que deberíamos ingerir a lo largo de la jornada, entre el 70 y el 80 por ciento debe ser proporcionada por la bebida y entre el 30 y el 20 por ciento por los alimentos. Pero, ¿qué productos son los que tienen más agua? La experta señala que los alimentos qué más agua aportan son frutas y verduras. “Dietas ricas en frutas y verduras nos van a aportar muchísima más hidratación que la comida rápida”, advierte.
La experta hace hincapié en que las consecuencias de no beber el agua necesaria son muchas a nivel clínico en el día a día. Para empezar, favorece la disminución de la capacidad de conducir, aumenta la probabilidad de tener dolor de cabeza y falta de atención, entre otras afecciones.
Entre los consejos que da Nissensohn para aumentar y mejorar la hidratación destacan:
Consumir más agua durante el día.
Incrementar el consumo de frutas y verduras, lo que aumentarían ese porcentaje de líquidos aportado por los alimentos.
Consumir bebidas entre horas, no solamente con la comida o en las primeras horas del día.
Cómo afecta el agua a la piel
El agua también desempeña un papel muy importante en nuestra piel. De hecho, tal y como señalan desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el agua supone el 35 por ciento de la estructura de la piel, por lo que es imprescindible beber suficientemente agua al día para mantener las funciones de barrera y protección de nuestra piel, así como para mantener sus características y cualidades estéticas.
Román Barabash Neila, miembro de la AEDV, da una serie de consejos respecto al uso del agua para mejorar el cuidado de la piel:
Evitar ducharse con agua muy caliente o muy fría. “Lo ideal es el agua tibia y no ducharse más de una vez al día, ya que esto supondría una agresión para la piel”, explica.
Cuidado con la limpieza: el exceso de limpieza o de exposición al agua de nuestra piel también puede deteriorarla en caso de pacientes sanos o agravar enfermedades dermatológicas ya existentes. “En el punto medio está la virtud”, insiste Barabash.
Dmedicina
Por Confirmado: Francys Garcìa