«Cuando Quiero Llorar no Lloro» en Chacao

«Cuando Quiero Llorar no Lloro» en Chacao

El Grupo Rajatabla lleva a escena nuevamente la obra de Miguel Otero Silva, en versión y dirección de José Domínguez-Bueno, a partir del jueves 6 de junio, a las 8 de la noche, en el Centro Cultural Chacao, en El Rosal.

 

Esta pieza fue estrenada en la Sala Anna Julia Rojas siendo la última producción ofrecida por el Ateneo de Caracas en su vieja sede de la Plaza Morelos y fue reestrenada en el Festival Internacional de Caracas el pasado año con temporadas y llenos en varios teatro capitalinos.

 

LA HISTORIA DE LOS VICTORINOS

Son las seis de la mañana de un lunes 8 de noviembre de 1948, un vendedor de pájaros comenta con un bodeguero los rumores de un golpe de estado contra el presidente Rómulo Gallegos. Mientras tanto tres mujeres, de tres clases sociales se disponen a dar a luz: Mamá, Madre, y Mami. La primera trae a su hijo al mundo ayudado por una partera en un rancho miserable; la segunda en la maternidad rodeada de otras parturientas y atendida por una enfermera y un bachiller; la tercera en una clínica de lujo con los mayores cuidados. Los tres niños reciben el mismo nombre: Victorino.

 

A partir de aquí la pieza viaja en el tiempo, hasta el martes 8 de noviembre de 1966, cuando los Victorinos cumplen 18 años. La historia se centra en ese día y en sus fatales consecuencias, pero de vez en cuando retrocede algunos años para recordarnos la infancia y la adolescencia de los protagonistas: Victorino Pérez, un muchacho pobre, marginal, condenado por las condiciones sociales a ser un delincuente; Victorino Perdomo un joven de clase media, estudiante de sociología, que se incorpora a la lucha armada de la época; y Victorino Peralta un chico de la “jailaif” que se acostumbra a hacer lo que le da la gana y practicar la violencia gratuita.

 

La obra se desarrolla en tres paisajes urbanos, totalmente diferentes pero que reúnen muchos puntos de contacto. Victorino Pérez está en la cárcel, de la que se fuga ayudado por otros presos. Lo primero que hace es buscar a su novia Blanquita, a la que encuentra en la cama con otro en un hotel de San Juan. Luego de este incidente va a casa de su madre a la que encuentra amasando arepas para la venta como ha hecho durante toda su vida. Allí le vienen los recuerdos de su infancia con un padre borracho y violento y su amistad con Crisanto Guánchez que lo introducirá en el mundo delictivo y al cual solicitará ayuda para escapar a Colombia.

 

Lo esperará en un bar junto a prostitutas y chulos, quienes le muestran su admiración tras el asesinato de un sastre italiano. Victorino, Crisanto y otros delincuentes asaltarán una Joyería en Sabana Grande, pero por un error del chofer del carro donde se escapaban son acorralados por la policía en un callejón sin salida.

 

Victorino Perdomo es un activista de la guerrilla urbana que planea junto a otros, el asalto al Banco Holandés para obtener fondos para su causa. Antes del asalto se reúne con su novia Amparo en el apartamento de esta para hacer el amor, acto que no se consuma debido a la tensión del muchacho y su obsesiva idea por los acontecimientos que están por venir. Antes de reunirse con sus camaradas pasa por su casa, recibe un regalo de su madre y le afloran los recuerdos: una educación en un colegio interno donde era sometido por ser hijo de un comunista y las discusiones con su padre, luego de su liberación tras la caída de Pérez Jiménez y su vuelta a prisión por defender sus ideas de viejo revolucionario.

 

Victorino se acuartela junto a sus compañeros en casa de las Hermanitas Larousse, unas videntes que le aconsejan no realizar el asalto al Banco, ya que su éxito había sido cuestionado por un espíritu la noche anterior. A pesar de estas advertencias el salto tiene lugar, pero han sido traicionados por uno de sus integrantes y la policía los estaba esperando. Victorino logra sobrevivir a los tiros pero es atrapado y luego de ser torturado su cuerpo cae desde un segundo piso de la comisaría. Las autoridades hablan de suicidio.

 

Victorino Peralta es el primogénito de una de las familias más acaudaladas y de más prestigio de la sociedad caraqueña. Celebra sus dieciocho años recibiendo como regalo un Maserati el cual luce con sus compañeros patoteros y con su prima Malvina, quien es también su novia y a la que pretende hacer el amor ese día, siendo rechazado.

 

El también rememora su infancia, donde nada le fue negado, y sus aventuras juveniles junto a los patoteros, llenas de abusos y delitos gratuitos que fueron denunciadas en variadas ocasiones ante las autoridades, quienes hacían oídos sordos debido al status social de sus integrantes. Junto a sus amigos preparan una nueva travesura al no ser invitados a la fiesta de quince años de La Nena Londoño, de cuya familia deciden vengarse saboteando la fiesta. Luego de esto Victorino decide probar su Maserati en la Panamericana y a pesar de que el joven es un buen piloto no logra maniobrar con la suficiente destreza ante un imprevisto y termina en el fondo de un barranco.

 

Los tres Victorinos se encuentran finalmente en el Cementerio y son enterrados según vivieron: uno junto a muchas tumbas de pobres acompañado por Mamá y dos sepultureros; otro en una explanada árida al lado de cincuenta cruces iguales acompañado de Madre y un gran número de jóvenes estudiantes; el otro en el panteón familiar donde Mami era consolada por una gran multitud en medio de ángeles y vírgenes de mármol y coronas de flores de mil colores. Por diferentes razones los padres de los Victorinos estaban ausente

 

MIGUEL OTERO SILVA

Nació en Barcelona (Edo. Anzoátegui) el 26 de octubre de 1908 y murió en Caracas el 28 de agosto de 1985. En 1925, publica su primer poema en la revista Élite. Asimismo, escribe en el periódico Fantoches y en la revista Caricaturas. En 1930, se alista en las filas del Partido Comunista Internacional.

 

A la muerte de Gómez se dedica a escribir en el diario Ahora, tribuna desde la cual critica el régimen “socarrón” de Eleazar López Contreras y es expulsado del país, acusado de “comunista”. Regresó a Venezuela en 1940. Había en el país un régimen de libertades públicas que le permitieron a Otero seguir escribiendo y fundar, en 1941, el semanario El Morrocoy Azul, además de otro semanario de izquierda: Aquí está. En 1943, Henrique Otero Vizcarrondo fundó el diario El Nacional y Miguel Otero Silva fue su primer jefe de redacción. En 1946 se casa con la periodista María Teresa Castillo.

 

Entre sus obras se encuentran: Fiebre, novela que se inspira en su lucha contra el régimen Gomecista; Casas Muertas, libro que ganó el Premio Nacional de Literatura (1955-56) y Premio de Novela Arístides Rojas; Oficina número uno, La Muerte de Honorio, Cuando Quiero Llorar no Lloro, López de Aguirre, Príncipe de Libertad, La piedra que era Cristo.

 

La versión y la Puesta en escena está a cargo del experimentado creador José Domínguez-Bueno, periodista, dramaturgo y director, que ha trabajado al lado de personalidades del teatro nacional como José Ignacio Cabrujas, Horacio Peterson, Javier Vidal, Rodolfo Santana y Carlos Giménez e internacionales como Gustavo Tambascio, Roberto Blanco o Paolo Magelli. Ha obtenido entre otros, varios premios municipales por su labor y cuenta con más de una centena de producciones. Paralelamente a este trabajo está preparando la versión de “La Piedra que era Cristo” de Miguel Otero Silva.

 

RAJATABLA ( 1971 – 2013)

El 28 de febrero de 1971 se estrena el musical “Tu País está Feliz” poemario de Antonio Miranda dirigido por un joven de 23 años, Carlos Giménez. La pieza duró tres años en cartelera y es sin lugar a dudas la partida de nacimiento del Grupo Rajatabla.

 

De aquel grupo de adolescentes queda lo sustancial: una libertad de criterio, un “no” sometimiento a los centros de poder, una absoluta independencia artística, y un largo proceso de decantación estética que tiene sus más sólidos exponentes en espectáculos como “Bolívar”, “El Señor Presidente”, “La muerte de García Lorca”, “Casas Muertas” “El Coronel no tiene quien le escriba”, “Del amor y otros demonios”, “Sucre, el sueño del hombre” o “Cuando quiero llorar no lloro”. Este proceso recoge una codificación que trata de “interpretar la realidad latinoamericana” en una profundización de la misma, despojada de limitaciones folclóricas, tabúes ideológicos y localismos a ultranza.

 

Rajatabla ha llevado a escena más de ciento veinte obras en cuarenta años con una constante preocupación por desvelar los mecanismos del poder, por denunciar la obscenidad del terror en sus más variadas encarnaciones, por evidenciar las claves de la corrupción, de la manipulación ideológica, de la explotación y del saqueo a que están sometidos individuos, clases sociales o pueblos enteros.

 

Participan en este montaje más de sesenta personas entre actores, bailarines, músicos y cantantes encabezados por Ángel Pájaro, Luis Alfredo Ramírez y Jean Carlos Rodríguez como Los Victorinos, Indira Jiménez, Adriana Bustamante y Tatiana Mabo como las madres, Rubén León, José Antonio Simons y José Luis Bolívar como los padres, acompañados por los alumnos y egresados del Taller Nacional de Teatro de la Fundación Rajatabla.

 

Las presentaciones de “Cuando quiero llorar no lloro” será los días, jueves 6, viernes 7 y sábado 8 , a las 8 de la noche en el Centro Cultural Chacao, en la Avenida Tamanaco de El Rosal. El día miércoles a las 6 de la tarde sehará una función gratuita para estudiantes.

 

Fuente: Nota de Prensa

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