En pleno s. XXI todavía nos sorprende la implantación de herramientas tecnológicas, como los brazos robóticos, en los quirófanos.
Estamos tan acostumbrados a la presencia de los doctores frente a la mesa de operaciones y trabajando sobre el cuerpo del paciente, que la nueva escena que contemplamos en un quirófano asistido por cirugía robótica parece de ciencia ficción.
Nada más lejos de la realidad, aunque la ciencia tiene mucho que ver. En un quirófano Da Vinci, el equipo médico supervisa los brazos robóticos y el cirujano maneja el equipo quirúrgico desde una consola que le permite movimientos más complejos, sin temblor, visión 3D en alta resolución y una precisión hasta ahora nunca vista.
EL ORIGEN DE LA CIRUGÍA DA VINCI
Desde principios de siglo que se lanzó en Estados Unidos, esta tecnología no ha dejado de mejorar y evolucionar de la mano de la innovación y de la experiencia.
En nuestro país se realizó la primera intervención en 2005 y desde entonces ha superado en eficacia a la cirugía laparoscópica.
El robot Da Vinci es la tecnología quirúrgica más sofisticada que existe. Un robot esclavo que depende de la experiencia del cirujano que incrementa siempre la precisión y la destreza que tiene el cirujano a la hora de operar. La seguridad en cuanto a la esterilidad es máxima, tanto o más que una cirugía convencional o laparoscópica.
La Cirugía Robótica multiplica la precisión de las manos del cirujano al disponer de brazos y herramientas quirúrgicas avanzadas, para incrementar la precisión de los dedos y los músculos del médico.
También con la vista, el equipo de cirugía dispone de un visor 3D en alta definición que le permite captar hasta el más mínimo detalle del cuerpo del paciente y de la zona a operar, con mayor ángulo de visión.
PARA EL PACIENTE, TODO VENTAJAS
El sistema quirúrgico da Vinci es esencial para un gran número de cirugías, siendo especialmente idóneo en las que tienen un alto grado de complejidad, dónde el campo operatorio es limitado y de difícil acceso, así como en las maniobras quirúrgicas que necesitan de una elevada precisión.
El robot Da Vinci, en las expertas manos de nuestros equipos de cirugía, está altamente indicado para la extirpación del útero, el cáncer de cérvix o de cuello uterino y para tratar el cáncer de endometrio o próstata, con una considerable reducción en los tiempos de recuperación, con lo que los tiempos de estancia en el hospital se limita a 24 o 36 horas, lo cual permite una vuelta más rápida a las actividades cotidianas.
“Las ventajas del robot son incuestionables para el paciente –aseguran los urólogos- no solamente por la menor probabilidad de impotencia e incontinencia en el caso de las intervenciones urológicas, sino también porque al realizarse pequeñas incisiones los resultados estéticos son mejores respecto a la cirugía abierta, hay una menor necesidad de transfusiones , menor dolor postoperatorio y menor tiempo de estancia en el hospital, lo cual permite una vuelta más rápida a las actividades normales”.
MÍNIMO POSTOPERATORIO
La mejora en el postoperatorio de los pacientes que deciden someterse a una cirugía robótica es significativa.
Una cirugía de mínima invasión, aún menor que la laparoscópica, con la gran ventaja en cuanto a la precisión con la que se opera.
La pérdida de sangre es menor, la preservación de estructuras anatómicas es mayor y, por tanto, las posibilidades de complicaciones se reducen.
Al haber menos pérdida de sangre, hay menos necesidad de realizar transfusiones y menor riesgo de complicaciones, ello se traduce en postoperatorios más cortos. La estancia hospitalaria disminuye y la recuperación a la vida normal es más rápida para el paciente.
El Sistema Robótico Da Vinci, que forma parte de La Salud, incorpora una tecnología que incrementa la precisión y el alcance de las técnicas quirúrgicas tradicionales que hasta ahora recaían en las manos de los cirujanos.
Con este nuevo sistema, las manos del doctor siguen siendo las protagonistas, pero con capacidades aumentadas gracias a la tecnología que repercuten directamente en la mejora de la salud y en la calidad de vida de las personas.