La sesión fue solicitada por Ecuador y consistió en la lectura de un informe de la Secretaría General y de un debate posterior entre los miembros en el que salieron a relucir algunas diferencias
El Consejo de Seguridad de la ONU trató este jueves por vez primera la situación en Venezuela tras las controvertidas elecciones del pasado 28 de julio, pero la sesión fue meramente informativa y no se contempla por el momento ninguna resolución al respecto.
La sesión, a puerta cerrada, fue solicitada por Ecuador, único miembro latinoamericano del Consejo, y consistió en la lectura de un informe de la Secretaría General y de un debate posterior entre los miembros en el que salieron a relucir algunas diferencias, según reconoció posteriormente el embajador ecuatoriano, José Javier De la Gasca.
De la Gasca dijo que llevó el caso de Venezuela al Consejo para que éste «cumpla con su papel de prevención de conflictos», después de que la polémica sobre la legitimidad de las elecciones se haya traducido en «la represión del pueblo venezolano que reclama se respete su voluntad expresada en las urnas», y recordó al respecto los mandatos de arresto contra Edmundo González y otros líderes opositores.
Según algunas fuentes que recoge la agencia de noticias EFE, Rusia y China defendieron la legitimidad de la reelección de Nicolás Maduro, frente a la actitud de otros miembros.
«Ellos tienen sus posturas -afirmó De la Gasca-, pero nosotros nos preocupamos por la estabilidad regional», dijo, tras reconocer esas «divisiones naturales» entre los miembros.
Sobre la posibilidad de que se celebre un debate abierto dedicado a la situación en Venezuela y que el caso merezca incluso una resolución del Consejo, el embajador no lo confirmó, pero sí insistió en que «es necesario que el Consejo siga la evolución de la situación en Venezuela dadas las implicaciones en la estabilidad regional y la paz interna».
El 22 de agosto pasado el Tribunal Supremo de Justicia avaló el resultado del Consejo Nacional Electoral (CNE) que dio por ganador a Nicolás Maduro, una victoria que la oposición liderada por González Urrutia y María Corina Machado niegan reconocer y múltiples países latinoamericanos también han cuestionado.