Con aspecto cansado pero saludable, sonrientes y sin soltarse de la mano. Así han llegado a Madrid Concepción Marlaska y Ángel Sánchez, la pareja asturiana que ha permanecido durante casi un mes secuestrada en Colombia y que fue liberada por la policía el viernes pasado. Marlaska y Sánchez han llegado a las 10.30 —con media hora de retraso— a la terminal 4 del aeropuerto de Barajas a bordo de un vuelo comercial procedente de Bogotá. Ambos han sido recibidos en el área reservada a la llegada de autoridades por el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y un enjambre de cámaras de televisión y agentes de policía.
Después de un breve encuentro en privado con sus familiares, Marlaska y Sánchez han relatado a los periodistas cómo fue su cautiverio.”Nos machacaron psicológicamente”, ha asegurado ella, ya que nunca les decían qué iban a hacer con ellos y en todo caso recibían informaciones “contradictorias y falsas”. “Yo he temido por mi vida desde el primer hasta el último momento”, ha apostillado Sánchez.
Ambos han coincidido en que el peor trago fue cuando, atados y con los ojos vendados, les llevaron en coche a un punto en medio del desierto donde les tuvieron arrodillados durante unos quince minutos. “Fue terrorífico, permanecimos abrazados, rezando el Padre Nuestro, llorando y despidiéndonos porque pensábamos que nos iban a pegar un tiro”, ha relatado Sánchez. “Fueron muy poco humanos con nosotros, nos trataron como mercancía”.
Su liberación también fue angustiosa. “No sabíamos si nos trasladaban a otro sitio, si nos iban a liberar o a matar, nos dijeron que nos bajáramos del coche y salieron corriendo”, ha relatado Sánchez. “El pánico sigue, no hemos tenido sensación de seguridad hasta que llegamos a la casa del embajador”.
La pareja también ha facilitado información sobre el método que siguieron sus secuestradores para demostrar a las familias que ambos continuaban vivos. “Hicimos cuatro o cinco veces algo que ellos llamaban fe de vida”, ha explicado Sánchez. “Nos hacían unas preguntas muy personales, que solo nosotros podíamos saber, y les hacían llegar las respuestas”. Ambos, sin embargo, desconocen la manera en que se hicieron llegar esas pruebas.
Fuentes de la policía, por su parte, han indicado que aún se está investigando la relación entre los dos detenidos en Madrid —uno español y otro sirio— por su presunta conexión con los secuestradores.
Concepción Marlaska, pariente del juez Grande-Marlaska, ha agradecido a la policía española y colombiana los esfuerzos realizados para liberarles. “Estaré agradecida toda mi vida”, ha aseverado. El secretario de Estado de Seguridad ha hecho hincapié en que el buen desenlace de este secuestro se ha debido al “extraordinario” trabajo de la policía. “La delincuencia tiene dimensiones transnacionales y macabras, y ante eso la cooperación internacional es clave”, ha insistido.
Físicamente, el único rastro del calvario vivido por la pareja se deja ver en el cansancio que reflejan sus miradas y en una pequeña herida que aún cicatriza en la cabeza de Sánchez, provocada, según ha relatado, por el golpe que recibió con la culata de una pistola cuando fueron secuestrados.”Sangré mucho pero me he hecho un TAC y no tengo nada”, ha aseverado. A pesar de todo, hacen de tripas de corazón. Ante la pregunta de una periodista, Sánchez ha respondido raudo: “¿Volver a Colombia? Te aseguro al cien por cien que sí”.
Fuente: El País
