La piel grasa se caracteriza por tener un aspecto oleoso así como por la formación de brillos en la zona T del rostro. Es un tipo de piel con alta tendencia a tener acné. Por todo ello, la piel grasa requiere un tratamiento específico:

No abuses de la higiene: Sabemos que tener la cara grasosa no es nada agradable, pero debes tener en cuenta que la solución no está en lavarte la cara tres veces al día y después aplicar tónico. Está demostrado que produce un efecto rebote, y la piel tiende a segregar más grasa. Busca el equilibrio, lávate únicamente por la mañana y por la noche con un producto acorde con tu PH.

Limpiadores oleosos: Los limpiadores oleosos son perfectos para tu rostro graso. El aceite tiene una afinidad natural con la piel, por lo que absorbe y retiene mejor el sebo o grasa que produce.

Máscaras astringentes: Las mascarillas funcionan, pero sólo si las utilizas un par de veces a la semana. Aplica las que contengan extractos botánicos y arcillas naturales.

Debes hidratarte: Además del tratamiento diario, aplica una prebase matificante antes del maquillaje. Llévala en el bolso y retoca cuando sea necesario. Recurre a fórmulas ligeras, ricas en zinc y en activos que reduzcan la secreción de grasa.

A tu salud light