Cuando tu piel luce radiante te ves sana, joven y tu rostro destaca más, dándole a tus ojos más brillo y a tu boca más sensualidad.
Sigue estos consejos para que tu piel no se dañe por los rayos del sol estas vacaciones y obtengas un bronceado de envidia.
Prepárate
Días antes comienza a hidratar tu piel, además de usar crema, tomar mucha agua, consume alimentos con betacaroteno, lo puedes encontrar en las zanahorias o comprar pastillas en tiendas naturistas.
Bronceador
No todos los bronceadores deben ser usados en todos los tipos de piel.
Ten en cuenta si es de aceite, cremoso, líquido o en spray; cada uno servirá adecuadamente de acuerdo a tu tipo de piel, así como al tiempo y lugar en el que te expongas al sol.
Protector solar
No olvides llevarlo, el hecho de que quieras broncearte no significa que no lo necesites, al contrario, debes buscar que tu piel este protegida.
Debes adquirir uno cuya protección sea de, mínimo, FPS 50.
¡NO DEJES QUE EL SOL TE HAGA DAÑO!
Qué hacer
Ponte el bloqueador solar los primeros días, después usa el bronceador, así tu piel estará protegida y te dará como resultado un color más bonito y duradero.
Cada 3 horas colócate nuevamente el protector o bronceador, pues el sudor y el agua van disminuyendo su efecto.
Toma agua mientras te bronceas, así estarás hidratada y ayudas a tu piel a estar sana para recibir los rayos del sol.
Después de cada baño ponte un ‘after sun’ para hidratar y humectar tu piel a profundidad.
LO MÁS IMPORTANTE, nunca tomes el sol entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde, ya que son las horas en que hay más radiación solar. Hazlo durante los primeros rayos de la mañana o los últimos de la tarde.
Fuente: veintitantos