A Érick Herrera (40) lo asesinaron ayer, a las 2.45 de la tarde, en su taller de radiadores, en la calle B, avenida 2 del sector 18 de Octubre, parroquia Olegario Villalobos del municipio Maracaibo. En la balacera hirieron a su hijo, Erickson (21), y a uno de sus trabajadores, Joel, de 38 años. La comunidad denunció que una banda de la zona lo acosaba para que pagara vacuna.
Trabajaban en la reparación de vehículo cuando dos desconocidos llegaron en un Toyota, dorado, con un letrero de una línea de taxis en el vidrio frontal, preguntaron por el mecánico y le dispararon en la cabeza. Las balas alcanzaron a su hijo y al trabajador. A los dos los llevaron al Hospital Dr. Adolfo Pons, contó un amigo de la víctima.
Los averiguadores comentaban que los asesinos abandonaron el vehículo en las inmediaciones de una clínica en la avenida Universidad e hicieron transbordo a un Chevrolet Optra.
La Policía científica acudió a la escena del crimen para proceder con las experticias. Contaron unos 15 casquillos de balas al lado de un Volkswagen Bora, negro, placa AFL57P, dentro del establecimiento.
Los detectives no descartan hipótesis en el homicidio. Activaron una comisión de Búsqueda y Aprehensión por el sector para rastrear a los sicarios.
Última comunicación
Una allegada de los Herrera, quien se encontraba con una familiar de las víctimas, fueron las últimas parientes en conversar con el mecánico. Las dejó a ambas en su casa porque debía hacer un trabajo en el taller. Una hora después se enteraron de su asesinato.
Pasaron 30 minutos cuando la esposa, unas hermanas y la madre de la víctima acudieron conmocionadas al lugar para conocer a fondo lo que había sucedido. «¡Y ahora cómo le voy a contar esto a mi hija!», exclamó en llanto la esposa del mecánico.
Consternada y en medio del llanto era entrevistada la madre de la víctima adentro del taller por detectives de la Policía científica. Los parientes se mostraron herméticos ante la prensa y se rehusaron a declarar.
La Verdad
Por Confirmado: Francys García