Según las especialistas, la mayoría de las personas que pesan entre 200 o 300 kilos, es decir, que padecen de una obesidad mórbida, comen de manera compulsiva por algún trastorno mental o emocional. Por ello, a continuación te presentamos cinco consejos que podemos aplicar diariamente.
1.- Evitar el sedentarismo
Los expertos recomiendan realizar 30 minutos diarios de alguna actividad física de manera enérgica, es decir, que aumente la frecuencia cardiaca. Si la persona sufre de alguna enfermedad que involucre la columna vertebral o las articulaciones, consultar a un experto para conocer qué tipos de ejercicios se puede realizar. Nunca es recomendable suprimir la actividad física de la rutina diaria pues puede empeorar el estado físico de la persona. Se debe establecer un horario para dedicarle tiempo a la salud.
2.- Comer saludablemente
Esto incluye disminuir la ingesta de azúcar y de alimentos procesados. Es preferible agregarle frutas, vegetales y legumbres a las comidas.
3.- Planificarse
Esto aplica sobre todo en personas que trabajan en horario de oficina. El sobrepeso y la obesidad es común debido al cansancio que sienten las personas al llegar a sus casas, por lo que en muchas ocasiones no cocinan para los días siguientes y suelen comprar comida rápida llena de grasas saturadas. La planificación juega un rol importante. Se deben aprovechar los fines de semana o los días libres para preparar la comida de la semana. Refrigerarlas evita que se dañen. Así mismo, se puede incorporar una fruta al bolso de la comida.
4.- No involucrar las emociones
Según las especialistas, la mayoría de las personas que pesan entre 200 o 300 kilos, es decir, con una obesidad mórbida, comen de manera compulsiva por algún trastorno mental o emocional. Ante cuadros depresivos por una pérdida familiar o una ruptura amorosa, muchos suelen comer de manera excesiva alimentos procesados o golosinas para sentirse mejor.
5.- Reducir porciones
Se deben realizar cinco comidas al día. Pero esto no quiere decir que en cada oportunidad el plato se rebosará de alimentos. Las meriendas deben ser una porción de fruta, mientras que las comidas principales deben contar con carbohidratos, proteínas y ensaladas. La mejor manera de medir las porciones es usar la palma de la mano y el puño de la persona que se comerá el alimento.
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