Este domingo 5 de enero se inicia el período de sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional, y su cuerpo debe escogerse una Junta Directiva compuesta por un Presidente y dos vicepresidentes. Al respecto la oposición ha anunciado que votará por le reelección de Juan Guaidó, quien estaría acompañado por Juan Pablo Guanipa en la primera vicepresidencia, Carlos Berrizbeitia (Partidos minoritarios) en la segunda vicepresidencia, Angelo Palmieri (UNT) como Secretario, José Luis Cartaya sub secretario y Carlos Prosperi (AD) Jefe de Fracción.
Recordemos que luego de las elecciones parlamentarias del 2015, los partidos de la oposición acordaron un plan de rotación en los cargos directivos de la AN el cual consistiría en que los cuatros primeros años ocuparían la presidencia las organizaciones más votadas, es decir, Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular, y el último año (2020) la ocuparía un dirigente de los partidos minoritarios. Sin embargo luego de conversaciones las organizaciones minoritarias le han cedido a Guaidó su puesto.
Pero todo está por verse. Al parecer el actual Presidente de la AN cuenta con los votos suficientes para reelegirse. No obstante mañana es un día crucial porque hay que ver si la fracción oficialista permitirá el voto a distancia de los parlamentarios que se encuentra exilados, mecanismo instaurado por una reforma al reglamento interno del parlamento anulada por el TSJ.
Confirmado.com
Sobre este tema, Confirmado.com conversó con el profesor, Nelson Chitty La Roche, quien también es político, escritor y abogado venezolano. Graduado en 1973 en derecho en la Universidad Central de Venezuela, realizó de 1975 a 1976 postgrados de Política Internacional y Derecho de las Comunidades Europeas en la Universidad Libre de Bruselas
¿Qué va a pasar el 5 de enero?
–El próximo 5 de enero tendrá lugar, dentro del ritual por llamarlo de alguna manera constitucional venezolano, la designación de la junta directiva del órgano de la representación nacional que conocemos como Asamblea Nacional. Será la oportunidad para que el colegio que allí obra, vale decir para que el conjunto o elenco que los venezolanos escogieron oportunamente para que los representarán, designen la directiva que conducirá y dirigirá a la AN.
Normalmente esto se hace mediante una votación, la mayoría más uno de aquellos que sean distinguidos con el apoyo del cuerpo. A veces hay una o dos planchas o propuestas. En esta oportunidad, al menos hay una que se ha anunciado y que al parecer recabará claramente la mayoría y es aquella que ratifica en la presidencia a Juan Gerardo Guaidó.
–¿En esta oportunidad la presidencia de la AN no le tocaba a un partido distinto al de Guaidó?
–Los acuerdos que se logran suelen tener en el tiempo una concreción. Comienza con alguno que se distingue y resalta que fue lo aconteció el primer año del ejercicio de este quinquenio parlamentario con Henry Ramos Allup. Lo cierto es que la evolución del asunto ha venido siendo sin embargo contaminado por el hecho de la persecución sistemática y regular que se le ha venido haciendo algunos parlamentarios por parte del poder Ejecutivo a través de los órganos paramilitares y desde el verdugo jurídico que es la sala constitucional.
Esto pudiera haber inducido a un cuadro complejo pero no imposible, ni siquiera difícil de esperar, y es que en este momento le hubiera correspondido a algunas de las pequeñas fracciones el conducir la Asamblea Nacional. Eso se va a hacer pero no con la presidencia, porque la mayoría ha considerado que la figura de Juan Guaidó debe permanecer al frente de la conducción de los asuntos de la AN porque ha logrado el respaldo de más de 50 países que lo reconocen y protegen.
Yo diría algo más: Guaidó será reelecto porque es la fórmula menos traumática de manejar este tiempo, será reelecto contra viento y marea.
Las circunstancias educan mucho los procedimientos, y en este caso se hará acompañar de gente de las pequeñas fracciones. Eso pareció prudente. La política no es una ciencia exacta, como lo expresó y enseñó Otto Von Bismarck desde Prusia, en la Alemania del siglo XIX. Hay que entender que esas razones explican, legitiman y sustentan una acción conveniente, y quedan pendientes otras realizaciones que habrá oportunidad, Dios mediante, de concluir y consumar.
–El gobierno y sus voceros insisten en que lo que está poniendo en marcha la oposición en la AN constituye un desacato y va contra la Constitución…
-Quien está en desacato permanente, sistémico, regular y estructural es el gobierno. Me explico: es la sala constitucional quien directamente desacata la Constitución y el respeto que entre los poderes debe existir, en particular por la AN que resulta de la elección directa y participación inmediata de la soberanía popular. No puede en ningún momento ni el gobierno ni la sala constitucional decirle a la Asamblea Nacional como se constituye o califica a sus miembros. Tampoco pueden, o no deberían en todo caso, dejar de admitir que su composición se produjo en aquellos días del mes de diciembre del 2015 que incluyó la elección de unos parlamentarios de Amazonas, y que al gobierno no les gustaron calculadamente.
Por ello dejó a este estado sin representación a pesar de haber sido debidamente electos y proclamados por el Consejo Nacional Electoral (CNE. Pero el gobierno maniobró allí, este detalle lo explica todo, y se suspende ilegal, irregular y inconstitucionalmente el ejercicio de la representación de los tres ciudadanos de Amazonas. Dejar incompleta la representación nacional e incapaz de asegurar que alcanzara la mayoría que podría permitir algunas acciones. Esto es urdido y maniobrado de manera sórdida por el gobierno desconociendo la voluntad popular expresada en las elecciones del 2015.
–¿Con la reelección de Juan Guaidó se va a continuar la ruta del cese de la usurpación, gobierno de transición y elección libre?
–Es muy probable que la oposición de algunos golpes en el timón con relación al rumbo que había tomado. Me imagino que intentarán sostener la tesis con la que ha trabajado, pero fundamentalmente todo tiene que girar en torno a la sustitución del gobierno, en particular de Nicolás Maduro. No es que se trate de decirle de una manera distinta al cese la usurpación porque de hecho de permanecer Maduro, estaría el usurpador al frente, sino que tienen que buscar la forma de poder evolucionar en un forcejeo que la oposición está, como diríamos en ajedrez, en inferioridad de condiciones.
Al gobierno lo sostiene la lamentable, alienada y enajenada Fuerza Armada actuando como una guardia pretoriana. Pero el mundo ha visto, sabe, medido y pensado no solo de su ilegitimidad de origen sino también su ilegitimidad desempeño. Y ese forcejeo es bueno activarlo, y es lo que se está planteando. Otra forma seria resignarse, conformarse y rendirse, pero la oposición no lo va a hacer y Dios mediante los venezolanos tampoco.
Esto no es una batalla es una guerra que ha tenido episodios distintos y veremos más en los próximos días y meses. También el gobierno va ahora por las universidades. Y quedaría prácticamente, piensa el régimen si lograra dominar a la AN y a la universidades, única, exclusiva y excluyentemente la entidad gobierno conduciendo y usurpando al país y al Estado y permitiéndoselo todo. Hay mucho en juego en esta decisión, y por supuesto la apuesta es grande. Hay que ganar esta vez.
–¿Cree usted que la punta de lanza de la oposición es la Asamblea Nacional para cumplir el objetivo de rescatar la democracia?
–A mi juicio lo será una vez más. No será la única eso sí. No habrá una exclusiva acción opositora desde la Asamblea Nacional. Yo creo que otros actores están por aparecer. El país ya lo requiere y lo necesita. Además no solo es un tema de democracia. Este país se está cayendo. El dólar está sobre los 75 mil bolívares. Los que tienen dólares y van a los bodegones no tienen problemas, es decir, los enchufados. Pero hay un grueso de los venezolanos que confronta una situación muy precaria. Algunos reciben las miserias, migajas y limosnas del régimen con las cajitas CLAP cada día más incompletas, es el grueso de nuestra gente más humilde que han tenido que mimetizarse en la suerte para sobrevivir, pero en el fondo, en el corazón y en la conciencia de los venezolanos, hay claridad con respecto a que no es esta gente la que puede permitirnos salir de esta crisis. No son los que crearon la crisis los que nos van a permitir salir de ella. El país tiene que reaccionar. Ya veremos cuáles son las vías, medios y mecanismos.
Probablemente aparecerán algunos outsides o figuras distintas. Todo el que venga con el propósito de permitirle al país superar esta etapa llena de denuestos e integrada por una gente evidentemente incompetente para manejar la situación cada día más crítica, crucial e indignante será bienvenido. De eso se tratará, de encontrar en el corazón, las fibras y el ADN venezolano las respuestas necesarias para apartar a este gobierno que lo han hecho muy mal. Son una banda armas que se dedica a delinquir con el argumento de que son una revolución, y que la revolución vale más que la constitución.
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Emma Sánchez Alvarez
