China lanzó este lunes al espacio una misión tripulada de 33 días, la más larga en la historia del país, con dos astronautas a bordo de la nave Shenzhou-11, que se acoplará al laboratorio Tiangong-2 para iniciar los preparativos para la futura estación orbital del gigante asiático alrededor de la Tierra.
La nave despegó impulsada por un cohete Larga Marcha-2F desde el centro de lanzamiento de Jiuquan (norte), en el desierto del Gobi, ante un reducido grupo de corresponsales extranjeros.
La tradicional cuenta atrás desde diez dio paso al encendido de los propulsores y, tras provocar un ruido estruendoso, el cohete se elevó sobre del desierto rumbo a las estrellas, cuando todavía no terminaba de salir el sol y la luna estaba iluminada.
Los cuatro cohetes de apoyo se separaron a los tres minutos de vuelo del cuerpo principal, que se despegó de la nave, a su vez, poco antes de llegar a los diez minutos y, al desplegarse los paneles solares de la cápsula trece minutos después del lanzamiento, los responsables de la misión la declararon exitosa.
Con el lanzamiento de la undécima nave de la familia Shenzhou -que en mandarín significa, literalmente, «barco divino»-, China cierra un paréntesis de más de tres años sin enviar astronautas al espacio.
La Shenzhou-11 tiene previsto ahora volar fuera de la atmósfera hasta que alcance su próximo destino, la órbita del laboratorio espacial chino Tiangong-2 (a una altura de 393 kilómetros sobre la Tierra), dentro de dos días.
Fuente: globovision