El gobierno anunció que el “comandante eterno” había fallecido a las 16:25 locales (20:55 GMT) del 5 de marzo pasado, pero su desaparición del escenario público venía del 9 de diciembre de 2012, cuando subió al avión rumbo a La Habana para operarse por cuarta vez del cáncer que padecía y se despidió con un gesto de la mano izquierda.
La noche anterior, emitió su último mensaje a los venezolanos en el que pidió a sus partidarios que si sobrevenía un desenlace fatal por su enfermedad eligieran Maduro como presidente.
Ese mismo discurso es repetido en la televisión oficial como pieza de propaganda electoral, especialmente la parte en la que pide votar por el ahora presidente interino.
Desde el comienzo de la campaña electoral, la pieza se repite en pantalla gigante en cada uno de los actos proselitistas de Maduro, quien antes ruega a las masivas audiencias prestar atención a las palabras del líder bolivariano.
Además, el oficialismo comienza los mítines con grabaciones del himno nacional cantado por Chávez, retransmite algunas de sus entrevistas y sus afiches florecen en la Caracas junto a los de Maduro, con el lema “vamos juntos”.
Chávez batalló casi dos años contra un cáncer en la zona abdominal. Hizo un esfuerzo final entre julio y octubre del año pasado para ganar su tercera reelección. La proeza la coronó con el 55 por ciento de los votos sobre el opositor Henrique Capriles Radonski, pero nunca pudo jurar para el mandato de 2013-2019.
Tuvo la oportunidad de completar 20 años en el poder, pero la enfermedad cortó la cadena en 14, que cumplió en febrero pasado cuando ya estaba agonizando.
Un polémico fallo judicial permitió que su vicepresidente, Maduro, saltara a la transición como presidente interino y tuvo la tarea de anunciarle al país el desenlace fatal del “comandante”.
Los restos de Chávez reposan en un sarcófago en el llamado Cuartel de la Montaña, un museo militar en una colina cerca del palacio de gobierno, ya que el gobierno descartó embalsamarlo y exhibirlo en la instalación en la que instaló su comando de operaciones en febrero de 1992, cuando dirigió un golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez.
La larga romería de gente que quería ver sus restos durante los funerales de Estado fue sustituida por una corta fila de curiosos y simpatizantes que se acercan al Cuartel para rendirle honores, adaptándose a una serie de normas y horarios establecidas a los visitantes.
Todavía siguen en la oscuridad detalles de su muerte que ocurrió días después de su regreso, el 18 de febrero, de La Habana, donde fue operado y estuvo dos meses hospitalizado.
Las dudas flotan alrededor del tratamiento que dieron al cuerpo, que estuvo 10 días expuesto al público, sin que el gobierno informara sobre algún procedimiento de preservación.
Al respecto, Capriles, nuevamente candidato, acusó a Maduro de “mentiroso”, poniendo en duda los informes oficiales sobre la evolución del mandatario, pero repentinamente pidió excusas a la familia de Chávez y dejó de mencionar el tema.
El candidato opositor había afirmado que la fecha de la muerte no era la que había dicho el gobierno y cuestionó que Maduro afirmara que días antes había tenido una reunión de cuatro horas el mandatario en el Hospital Militar.
El gobierno ha hecho una intensa campaña rodeando la imagen de Chávez de un aura casi divina. El propio Maduro afirmó que el mandatario hizo “milagros”, pues las misiones que creó para atender a los pobres enseñaron a leer, atendieron enfermos y construyeron viviendas son “un milagro en la Tierra” para miles.
Esas sugerencias fueron respondidas en un tono sorprendido por el cardenal Jorge Urosa, quien advirtió que es un error comparar a Chávez con Cristo o con un santo: “No podemos rebajar a Jesucristo, tampoco igualarlo con una persona, un ser humano”.
El analista política Manuel Felipe Sierra comentó que Chávez fue un líder irrepetible en América Latina. “Su experiencia se soportó en el ingreso petrolero que hizo un Estado más fuerte y en haber reconvertido al Ejército para transformarlo en palanca de su proyecto político”, dijo a la dpa.
En el comienzo de la campaña electoral esta semana, para escoger a su sustituto, Maduro dijo sentirse seguro de ganar la presidencia y que será heredero político del “comandante”.
Fuente: Agencias