Carlos Sarmiento Sosa: Democracia en la tormenta

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Carlos Sarmiento Sosa: Democracia en la tormenta

El historiador Tomás Straka ofrece un retrato integral de Leoni en Democracia en la tormenta / Foto: El Ucabista

El próximo 22 de octubre, el Instituto de Buen Gobierno y Calidad Democrática de la Universidad Villanueva de Madrid acogerá el evento Democracia en la tormenta, un espacio fundamental para quienes valoran la memoria, la ética y el legado de la política democrática en la actualidad.

La actividad está dedicada a la entrega formal al instituto de los volúmenes de Democracia en la tormenta, obra que compila diversos escritos en torno a la trayectoria y pensamiento de Raúl Leoni, presidente constitucional de Venezuela entre 1964 y 1969, y que busca invitar a una reflexión colectiva sobre la vigencia de los valores republicanos y el temple para desempeñar un gobierno ejemplar en tiempos conflictivos.

El libro, con textos del historiador Tomás Straka, ofrece un retrato integral de Leoni: su perfil de estadista, su carácter firme como dirigente y su dimensión humana junto a la entrañable doña Menca de Leoni.

En esta ocasión, el Instituto de Buen Gobierno y Calidad Democrática, en colaboración con el Capítulo España del Bloque Constitucional de Venezuela, se convierte en punto de encuentro para académicos, dirigentes políticos y sociales, estudiantes y venezolanos interesados en compartir experiencias y aprendizajes de una historia nacional que, aunque pueda parecer remota, sigue siendo profundamente relevante.

Y es que la presidencia de Leoni es fuente para valorar logros fundamentales: los primeros pasos efectivos hacia la pacificación nacional, el restablecimiento de la institucionalidad democrática tras los años de la dictadura  ida el 23 de enero de 1958 y de la violencia insurreccional, la recuperación de la paz ciudadana y el respeto a las instituciones.

Leoni enfrentó con firmeza los focos violentos herederos del castrocomunismo, y extendió su mano en aras de la paz a través de gestos como la conmutación de penas por exilio y la legalización de partidos de izquierda luego de la renuncia de éstos a la lucha armada. Estas decisiones ayudaron a consolidar la tranquilidad que permitió, pese a las tragedias naturales que asolaron Caracas como el terremoto de julio de 1967, el progreso urbano y social de la Venezuela democrática.

En lo económico, el quinquenio de Leoni supo conciliar crecimiento con disciplina fiscal, pudiéndose decir que quizás su herencia más poderosa fue la apuesta al desarrollo descentralizador de la región de Guayana, visión que convirtió a ese territorio en polo industrial y símbolo de equilibrios sociales.

Como abogado, el presidente Leoni destacó sobre todo por el respeto a la autonomía e independencia judicial, el equilibrio de poderes y la estabilidad de los jueces, condiciones esenciales para una naciente democracia.

En ese quinquenio, las funciones de cada uno de los Poderes Públicos se llevaba a cabo sin compartimientos estanco, cumpliéndose la necesaria colaboración para asegurar los fines del Estado de Derecho, sin interferencias en el Poder Judicial. Así se puede deducir de comunicación del 3 de noviembre de 1966 del doctor José Gabriel Sarmiento Núñez al entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, doctor J. M. Padilla:

“Al retirarme del seno de este alto Tribunal, y cumplidos casi ocho años al servicio de la judicatura, me queda la íntima satisfacción de haber ejercido la misión de Juez con la más absoluta independencia de criterio y teniendo siempre como guía de todos mis actos lo que mi conciencia estimó como verdad”.

Más allá de balances y cifras, el legado ético de Raúl Leoni sentó las bases de un país que llegó a ser referente en las Américas por su institucionalidad y él, con doña Menca, dieron ejemplo de integridad y sentido de servicio público, enseñanzas para quienes creemos que la democracia solo florece y perdura si se defiende desde la convicción y con acciones concretas.

Desde esta tribuna auguro el éxito de este evento: un espacio plural, de reflexión serena y aprendizaje intergeneracional, donde la historia venezolana se abre al debate con vocación universal:

Democracia en la tormenta no es sólo reminiscencias del pasado, es brújula y esperanza para los demócratas de hoy y para quienes, con buena voluntad y mejores deseos, propugnan los procesos de transición de la dictadura hacia la democracia.

Carlos Sarmiento Sosa

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