Ingredientes
- 4 calabacines medianos
- 2 cebollas
- 1/2 kg de carne picada de ternera
- Aceite de oliva
- 2 tomates grandes
- 1 zanahoria grande
- 1/2 vaso de vino blanco
- 100 g de queso rallado para gratinar
- Sal y pimienta negra recién molida
Vitamina C, vitamina B y beta carotenos. Éstas son solo algunas de las propiedades del calabacín, una verdura que para mi, es una de mis favoritas. Tiene un alto contenido en agua, efectos diuréticos y apenas engorda. Además se puede preparar de mil formas, así que hoy, lo vamos a cocinar asado, al horno y con una rica combinación de carnes y verduras que encantará a los peques de la casa.
Se trata de una receta donde se combina carne y verdura a partes iguales, una receta perfecta para aquellos a los que no les gustan las verduras, porque van totalmente camufladas con el toque sabroso de la carne picada de ternera que le da un sabor espectacular. En este caso he elegido carne, pero puedes hacerlo con lo que quieras: salmón, atún, bacalao, huevo duro, bacon, o la carne que más os guste (pollo, pavo, cerdo, ternera, cordero…), marisco, incluso sólo de vegetales.
Preparación
- Parte los calabacines en forma longitudinal. Vacíalos con la ayuda de una cuchara de postre o un vaciador, con mucho cuidado para no estropear el calabacín.
- Pon una sartén al fuego con una cucharada de aceite y añade la cebolla picada, la zanahoria también picada y la carne de calabacín. Rehoga todas esas verduras y cuando estén rehogadas añade el tomate en cuadraitos. Deja que se haga todo durante unos 20 minutos a fuego lento.
- Pasado este tiempo, salpimenta la carne picada y añádela al sofrito y deja que se impregne de todos los sabores.
- Una vez que tengamos la carne hecha, añade un chorrito de vino blanco y deja que se evapore durante unos 10 minutos.
- Retira la carne picada y déjala reposar.
- Precalienta el horno durante unos 5 minutos a 180 grados, y pon los calabacines en la bandeja de horno. Salpimienta y añádeles un chorrito de aceite y ponlos a cocinar sin el relleno durante unos 10 minutos a 180 grados. De esta forma tendremos el calabacín hecho con un toque crujiente.
- Ahora rellenamos el calabacín con el sofrito y le añadimos por encima un toque de queso rallado, y dejamos que se haga en el horno otros 5 minutos a unos 200 grados.
El plato queda perfecto, si acompañas el calabacín con una rica ensalada de tomate.
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